Marwan Barguthi, miembro destacado del Fatah encarcelado en Israel, instó al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, y a los dirigentes palestinos a apoyar «la resistencia armada», en una carta publicada este martes por la prensa en un contexto de recrudecimiento de la violencia.
Los dirigentes palestinos no se han posicionado claramente hasta el momento sobre los disturbios que sacuden Jerusalén, la Cisjordania ocupada y, desde hace unos días, Israel.
En una carta escrita desde la prisión, donde está encarcelado desde 2002, y publicada con motivo del décimo aniversario de la muerte de Yaser Arafat, Barguthi considera que «continuar con la resistencia global y armada», es «mantenerse fiel a la herencia de Arafat, a sus ideas y a sus principios, por los cuales murieron decenas de miles de mártires».
Barguthi es un rival de peso del presidente Abas, cuya autoridad está discutida tanto en los territorios palestinos como en Israel. Los sondeos dan como vencedor regularmente a Barguthi, en el caso de que pudiera participar en una elección presidencial.
«Se vuelve imperativo considerar de nuevo la resistencia como un medio para vencer al ocupante» israelí, escribió Barguthi, condenado a cuatro penas de cadena perpetua por dirigir especialmente la segunda Intifada.
El fantasma de un nuevo levantamiento palestino recorrió estas semanas Jerusalén, Cisjordania y las grandes ciudades árabes de Israel.
En un contexto de recrudecimiento de la violencia entre palestinos y policías israelíes, Barguthi instó a la Autoridad Palestina a adoptar las medidas de presión anunciadas a menudo por Abas, pero nunca puestas en marcha.
«La Autoridad Palestina debe poner fin inmediatamente a la cooperación en materia de seguridad, que fortalece al ocupante», añadió el destacado líder palestino encarcelado, para quien «el asesinato del presidente Yaser Arafat fue una decisión oficial israelo-estadounidense».
Las circunstancias de la muerte del líder palestino continúan sin esclarecerse totalmente. Los expertos, que examinaron las muestras extraídas del cuerpo de Arafat, discrepan sobre la posibilidad de un envenenamiento con polonio.