«Esa línea existe y está activa», ha dicho el portavoz de la Presidencia rusa, Dimitri Peskov, que ha hablado de una línea que se sigue usando «por ambas partes», según la agencia de noticias oficial Sputnik.
Los dos países abrieron dicho canal para evitar accidentes en el marco de sus despliegues en Siria, donde apoyan a bandos rivales. Moscú actúa como aliado del régimen de Bashar al Assad, mientras que Washington respalda a los rebeldes y lidera una coalición contra el grupo terrorista Estado Islámico.
Esta divergencia ha quedado patente también en las reacciones al incidente de Duma, ya que mientras que el presidente norteamericano, Donald Trump, ha amenazado con lanzar un ataque como represalia por el uso de gases tóxicos contra la población, el Gobierno ruso mantiene que no hay pruebas que confirmen ninguna ilegalidad.
Peskov ha apelado este jueves a la contención tras las reiteradas advertencias de Trump. «Rusia sigue con mucha atención las declaraciones de Washington y todavía cree que es imprescindible evitar cualquier paso que pueda conducir a un aumento de la tensión en Siria», ha subrayado.