«Israel finalmente ha accedido a permitir tres tipos de ayuda: médica, alimentaria y educativa», ha dicho Kahana, que vendió su empresa en 2010 y desde entonces ha dedicado su fortuna a ayudar a los rebeldes sirios que luchan contra el Gobierno de Bashar al Assad.
Kahana ha explicado que la ayuda humanitaria se enviará a la frontera con Siria desde donde será trasladada a una «zona seguridad» para repartirla en la ciudad de Quneitra y sus alrededores con la prioridad de construir hospitales y colegios.
Interrogado sobre la presencia de grupos terroristas como el Estado Islámico y el Frente al Nusra –rama siria de Al Qaeda–, ha indicado que la población local está ayudando a construir esta «zona de seguridad» por lo que «es una buena oportunidad para ayudar».
Kahana ha pedido a la comunidad internacional que se sume a su iniciativa. «Lo que estamos haciendo es crear una zona segura para evitar la salida de más refugiados sirios», ha dicho, indicando que actualmente viven 200.000 personas en Quneitra frente al millón anterior a la guerra.
El ‘número dos’ de Cooperación Regional, Ayoub Kara, ha expresado su apoyo al envío de ayuda humanitaria a Quneitra para reducir el flujo migratorio. «No queremos que los radicales lleguen a nuestra frontera», ha subrayado el político israelí.