La votación se ha saldado con 49 votos a favor de la enmienda y 36 en contra, por lo que la fecha para el alistamiento obligatorio de los ultraortodoxos ha sido aplazada a 2020. Entre 2020 y 2023, los estudiantes de yeshivás deberán hacer servicios militares o civiles obligatorios, si bien el ministro de Defensa podrá eximirles de los mismos.
De esta forma, en 2023 el Gobierno tendrá que decidir si extiende la ley o si la deja expirar. La ley aprobada en 2014 –y enmendada este martes– establecía que un número creciente de ultraortodoxos debían alistarse antes de 2017, al margen de 1.800 que contarían con exenciones.
Como parte de la legislación original, los estudiantes de yeshivás –centro de estudios de la Torá y el Talmud– que no se presentaran podrían ser juzgados y exponerse a penas de cárcel, si bien la enmienda revoca cualquier tipo de pena contra ellos.
La legislación de 2014 fue considerada por muchos israelíes como un arreglo a la situación de exención garantizada a los ultraortodoxos tras la creación del Estado de Israel en 1948, momento en el que eran una comunidad muy reducida.
Sin embargo, la comunidad ha crecido en las últimas décadas y en la actualidad supone cerca del diez por ciento de la población de Israel, siendo además la que cuenta con una mayor tasa de natalidad.