Las negociaciones que se retomarán en un mes en El Cairo podrían ciertamente suponer un alivio del bloqueo sobre Gaza si existe «un espacio de trabajo de no violencia», afirmó hoy Mark Regev, portavoz de la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
En este escenario, «Israel puede avanzar en el alivio de las restricciones sobre Gaza. Nunca vimos a la población de la Franja como un enemigo, sino a Hamás, que es quien dispara cohetes«, subrayó en una entrevista ofrecida al canal por satélite qatarí Al Yazira
Regev respondió a una pregunta de la entrevistadora sobre el grado de seriedad con el que Israel manejará las discusiones con los palestinos bajo patrocinio egipcio en septiembre, después de que ambas facciones acordaran esta cláusula en el marco de un alto el fuego permanente anunciado hoy.
La negociación girará en torno a la creación de un aeropuerto y un puerto marítimo en la Franja, que constituían dos de la principales exigencias de Hamás para aceptar el cese permanente de las hostilidades.
El bloqueo económico y el asedio militar que estrangula Gaza fue impuesto en 2007 por Israel una vez que el movimiento islamista se hizo, por la fuerza de las armas, con el control político y militar de la Franja.
Sus negativos efectos se intensificaron después de que hace un año Egipto destruyera los túneles de contrabando y sellara el paso de Rafah, única conexión de Gaza con el mundo.
Regev también consideró que Israel ha conseguido parte de sus objetivos si Hamás y las milicias palestinas detienen el lanzamiento de cohetes hacia la población israelí.
«Ese es un objetivo conseguido. Es una meta a nivel defensivo; proteger a nuestra gente. Si ellos no atacan más a civiles, es una buena cosa», arguyó el portavoz.
Sin embargo, el Gobierno israelí mantiene sus reservas ante el nuevo pacto después de que «once propuestas de alto el fuego sobre la mesa fueran rechazadas o violadas» durante el desarrollo de la ofensiva iniciada el pasado 8 de julio, afirmó.
En esa fecha, Israel lanzó una operación militar contra Hamás en la Franja con el objetivo declarado de destruir la infraestructura militar del grupo islamista, que se centró, con el paso de los días, en descubrir y neutralizar los túneles «ofensivos» del movimiento.
El acuerdo también fija las condiciones para la reconstrucción de Gaza, que según el presidente palestino, Mahmud Abas, es ahora la tarea más urgente.
La ultraderecha israelí se opone a la tregua
Los ministros de Asuntos Exteriores, Avigdor Lieberman, y Economía, Naftalí Bennett, representantes de la extrema derecha nacionalista israelí, mostraron este martes su oposición al alto el fuego permanente acordado hoy en El Cairo con las milicias palestinas.
Según el diario progresista «Haaretz», a este rechazo también se ha sumado el ministro de Seguridad Interior, Yitzhak Aharonovich, que pertenece al partido de Lieberman, «Ysrael Beitenu» (Casa Judía).
La aceptación del citado cese duradero de las hostilidades, que ha entrado en vigor a las 19.00 horas local (16:00 GMT), aún no ha sido confirmada oficialmente por el gobierno que dirige el primer ministro, Benjamin Netanyahu.
La prensa local ha informado, por su parte, de que la propuesta egipcia ya está en manos del Ejecutivo y que al parecer ha sido aceptada.
Un responsable israelí citado sin identificar por la edición digital del diario local «Yediot Aharonot», aseguró que este no incluye la apertura del puerto y el aeropuerto, ni la transferencia de fondos a Hamás, que eran alguno de los puntos conflictivos que habían hecho fracasar días antes las negociaciones.
Los medios israelíes polemizan sobre si el pacto necesita o no ahora de la ratificación del gabinete.
Zahava Gal-On, dirigente del partido de izquierdas Meretz, criticó, por su parte, a Netanyahu y a su «irresponsable gobierno» de haber puesto en bandeja la victoria a Hamás.
«El alto el fuego llega muy tarde y sus términos demuestran que la operación «Margen Protector» es una derrota estratégica de Netanyahu que se metió en ella sin objetivos y ha terminado dándole ganancias a Hamas a costa de los habitantes del sur», afirmó.
«El dolor que esta errática operación ha infligido en el pueblo de Israel nos ha sido infligido por un gobierno irresponsable», agregó en declaraciones al Canal 10 de la televisión privada israelí.
Hamás reveló el acuerdo esta tarde y lo calificó de una vitoria de la resistencia palestina ya que incluía el alivio paulatino del bloqueo económico y el asedio militar impuesto por Israel a Gaza desde 2007.
De acuerdo con fuentes cercanas a la delegación palestina, el alivio del bloqueo será inmediato, con la ampliación de la zona de pesca, mientras que la discusión sobre la apertura del puerto y el futuro aeropuerto de Gaza se ha aplazado un mes.
La propuesta incluye, además, la reapertura de la frontera con Egipto -bajo control de la Autoridad nacional Palestina (ANP), como deseaban Israel y Egipto- y la financiación para la reconstrucción de la Franja, agregó la fuente.
El acuerdo ha sido confirmado tanto por el Gobierno egipcio como por la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Hasta el momento, solo la ministra israelí de Justicia, Tzipi Livni, había reaccionado de forma oficial al anuncio al afirmar que espera que el fin de las hostilidades no signifiquen un rédito político para Hamás.
Terminar con la operación militar israelí no debería contemplar «ningún logro político para Hamás, que es una organización terrorista que no acepta nuestra existencia aquí», declaró la titular de Justicia a la prensa.
El fin de la ofensiva debe ser «parte de un acuerdo global con aquellos que buscan la paz», agregó la ministra sobre el posible fin de un conflicto que en 50 días ha segado la vida de 2.140 palestinos, en su mayoría civiles, y de 67 israelíes, 64 de ellos soldados, además de un trabajador asiático.