Tal día como hoy, hace un año, Niza sufría un atentado terrorista. Un hombre, al volante de un camión, arrolló a una multitud de personas que se encontraba celebrando la Fiesta Nacional del país. En ese atentado, 84 personas murieron y 50 personas fueron heridas gravemente.
Era jueves, 23:00 cuando una multitud se encontraba festejando el día de Francia. En ese momento, un camión a gran velocidad arrolló a todo aquel que se encontraba en el paseo marítimo de la ciudad “a 90 kilómetros por hora” según las autoridades.
Horas más tarde, se confirmó que las cifras totales de heridos llegaron a ser de 200 personas según confirmó el presidente del momento, François Hollande, y fuentes sanitarias que atendieron en el momento a los heridos.
El terrorista se identificó como Lahouaiej Bouhlel, de 31 años, y nacido en Túnez. Estaba fichado ya por las autoridades por delitos comunes y por violencia doméstica. Aun así, fuentes de inteligencia apuntaron que ya había informaciones que le vinculaban con grupos terroristas. En el tráiler con el que atentó se encontraron armas y varias granadas. Una fuente policial, minutos después, señaló que eran falsas.
El Estado Islámico asumió la autoría del ataque un día después. Lo hizo a través de un comunicado difundido por una de las agencias vinculadas al grupo terrorista. El texto señala que el autor era “un soldado”.
Este acto terrorista fue un nuevo golpe para Francia. Tras los atentados de Charlie Hebdo, el diario satírico galo, el ISIS volvió a atacar en el país. Hollande declaró el estado de excepción, que permitía hacer detenciones e interrogatorios sin ningún mandato judicial. Aun así, destacó: «No se puede estar de forma permanente en estado de excepción», había señalado el jefe del Estado.