Los ataques yihadistas son cada vez más comunes en Europa y sin embargo cada día parece estar menos clara la diferencia entre un terrorismo y otro. Los ataques islamistas parecen venir de una masa maligna sin identidad proveniente de África norte, englobado por el término “yihadistas” o “terrorismo islámico”. Un fenómeno que, sin embargo tiene nombres y apellidos y unas intenciones claras. ¿Quién es quién en la llamada “guerra santa” por la yihad? ¿Qué busca cada uno de los grupos?
Estado Islámico y la reconquista de Al-Andalus
El Estado Islámico, nombre oficial utilizado por la propia banda, es una organización terrorista internacional que comenzó a operar en 1999 en Irak.
En sus comienzos se alió con Al Qaeda, por lo que con frecuencia se la identificó como el brazo armado de Al Qaeda en Irak. Hoy con sus propias fuerzas militares, ocupan territorios de Siria e Irak, desde donde han instaurado su califato, controlado por un solo líder, Abu Bakr al-Baghdadi, al que esperan que el resto de la comunidad musulmana se una.
En su publicación oficial dejan clara sus intenciones, de puño y letra del propio al-Baghdadi. “No hay vida sin yihad, y no hay yihad sin hégira”. Con ello, pretenden imponer un califato donde la yihad sea la ley imperante. Un capítulo más en la eterna lucha para incluir los valores islámicos en las leyes nacionales de la forma más extrema. Con ello, prometen «romper las fronteras» del Líbano y Jordania con el fin de «liberar a Palestina», defender los valores de la yihad, perpetradas por las cruzadas medievales, a las que consideran ataques a la religión islámica que tienen que vengar, y reconquistar Al-Ándalus, territorio conquistado por infieles. «Al-Ándalus, ten paciencia. No eres española ni portuguesa sino musulmana. Vosotros, los infieles, imaginasteis que acabaríais con el islam con ataques aéreos, pero estáis asombrados y asustados por la fuerza del Estado del califato. Lo falso, si ataca a lo verdadero pierde».
ISIS, el acrónimo en inglés
Acrónimo inglés de “Islamic State of Irak and Syria”, muy utilizada por la prensa internacional. Estado Islámico e ISIS son la misma organización.
Daesh, su forma prohibida
En 2014 los líderes europeos comenzaron a no utilizar la denominación Estado Islámico para sustituirlo por “Daesh”, el acrónimo de al-Dawla al-Islamiya al-Iraq al-Sham (Estado Islámico de Irak y el Levante). Para los miembros del ISIS el término es peyorativo y se aleja de la realidad por evitar utilizar el término “Estado de forma directa”. Además, en árabe puede connotar algo parecido a “pisotear” o “intolerante”.
Al Qaeda, los otros terroristas
Y mientras el EI gana terreno, Al Qaeda, la gran organización de Bin Laden que derrumbó las torres gemelas y perpetró el 11M en Madrid, pierde fuerza.
Ambas son terroristas, islamistas radicales y hasta 2014, aliadas. La separación llegaba cuando el ISIS extendió su influencia a Siria para luchar contra el presidente sirio Al Assad, un divorcio que Al Qaeda niega. Sus objetivos son más internacionales, con un enemigo principal en Estados Unidos. Mientras que EI aboga por someter a todos bajo la misma ley, al Qaeda no tiene reticencias para trazar alianzas internacionales para luchar con Al Assad en Siria, donde aún cuentan con presencia oficial a pesar del control del EI.
Boko Haram
Yama’atu Ahlis Sunna Lidda’auati wal-Yihad, que en árabe significa ‘personas comprometidas con la propagación de las enseñanzas del profeta y la yihad’. Se oponen frontalmente a cualquier educación o influencia occidental en Nigeria, lugar donde principalmente actúan. Fue fundada al norte del país por Mohamed Yusuf, un influente líder que consiguió organizar su propia ciudad, con una escuela que servía de importante punto de reclutamiento.
Las autoridades matarían a Yusuf tras atacar edificios oficiales y comisarías, lo que supuso su mitificación. Su nuevo líder, Abubakar Shekau, quiere imponer la sharía más estricta (ley islámica) y derrocar el gobierno en Nigeria. Algunas secciones de la organización terrorista están dispuestos a hacer saltar la lucha a otros países africanos. Sus últimas operaciones se centran en el secuestro masivo de niñas, a las que las consideran su propiedad.
En 2012 una de las muchas organizaciones que componen Boko Haram, Ansaru se separó de la organzación para centra sus ataques a Francia.