El ministro de Exteriores irlandés, Simon Coveney, ha confirmado en un comunicado dicha expulsión, de la que también se ha informado al embajador de Rusia. «La acreditación de un miembro de su personal con estatus diplomático ha sido anulada», ha zanjado Coveney, según la cadena pública RTE.
Para el jefe de la diplomacia de Irlanda, el ataque de Salisbury fue «una afrenta al sistema normativo internacional, del que depende la seguridad y el bienestar de todos». El lunes, Coveney ya trasladó a su homólogo británico, Boris Johnson, que Dublín adoptaría algún tipo de medida.
Irlanda se une de esta forma a 16 países de la UE, Estados Unidos, Canadá y Australia que, junto con Reino Unido, han expulsado a más de cien diplomáticos rusos en total. La medida más drástica fue adoptada por las autoridades estadounidenses, que ordenaron la salida de 60 personas.