El presidente de Irán, Hassan Rohani, dijo este jueves ante la 60ª Asamblea General de la ONU que los errores estratégicos de los países occidentales en Medio Oriente ayudaron a convertir esa región en un territorio seguro para la acción de grupos radicalizados. Además sus palabras han resultado incendiarias pues ha señalado que «el terrorismo se ha vuelto globalizado» y que, especialmente los países de Oriente Próximo están «ardiendo en el fuego del extremismo y el radicalismo».
Desde Al Qaeda hasta el Estado Islámico, ha proseguido, los extremistas del mundo están interrelacionados y han hecho un llamamiento: «Extremistas del mundo uníos». «¿Pero estamos nosotros unidos contra los extremistas?», ha preguntado.
«Los errores estratégicos de Occidente en Medio Oriente, Asia Central y el Cáucaso han convertido esas partes del mundo en un paraíso para terroristas y extremistas», dijo Rohani en su esperado discurso ante la ONU.
En la visión de Rohani, «la agresión militar contra Afganistán e Irak y la inapropiada interferencia en el desarrollo de Siria son ejemplos claros de este abordaje estratégico equivocado en Medio Oriente». Para el líder iraní, «la violencia está ahora generalizada a otras partes del mundo como una enfermedad contagiosa».
La pasada experiencia con Al Qaeda, con el Talibán «y los modernos grupos extremistas», dijo Rohani, demuestran que no se puede usar a esos grupos para oponerse a un estado «y permanecer inmune a las consecuencias». «La repetición de esos errores, a pesar de tan costosas experiencias, es desconcertante», dijo.
La violencia descontrolada y el extremismo representan «una amenaza inminente» para todo el mundo, subrayó Rohani, para añadir que «sin una comprensión adecuada» de cada sociedad «no seremos capaces de encontrar las soluciones adecuadas».
La democracia no puede ser importada
Rohani ha insistido en que «la democracia no puede ser importada desde fuera». «La democracia es el producto del crecimiento y el desarrollo, no de la guerra y la agresión. La democracia no es un producto de exportación que pueda ser importado comercialmente desde Occidente a Oriente» ya que si se hace así el resultado son «gobiernos débiles y vulnerables».
Tras asegurar que en estos países «hay políticos moderados y elites que gozan de la confianza de sus pueblos y que no son ni antioccidentales ni pro-occidentales, ha advertido a los países que forman parte de la coalición contra Estado Islámico de que si lo hacen «para continuar su hegemonía en la región, cometerían un error estratégico».
«Ciertamente, dado que el dolor lo conocen mejor los países de la región, ellos son los que mejor pueden formar coalición, y aceptar compartir la responsabilidad del liderazgo para contrarrestar la violencia y el terrorismo». «Y si otros países quieren emprender acciones contra el terrorismo, deben apoyarles», ha remachado.
«El mundo no será seguro para nadie»
De acuerdo con el líder iraní, en caso de que la comunidad internacional fracase en unificar esfuerzos para enfrentar el extremismo y la violencia, «mañana el mundo no será seguro para nadie».
Rohani pronunció este discurso un día después de mantener una histórica reunión con el primer ministro británico, David Cameron, en el primer contacto de ese nivel entre los dos países desde 1979. Luego de esa reunión, al hablar ante la Asamblea General de la ONU, Cameron sorprendió al admitir que Irán podría ser «parte de la solución» en el enfrentamiento al grupo extremista Estado Islámico (EI) en Siria.
El premier británico dijo que Reino Unido tiene «grandes desacuerdos» con Irán, pero que a Teherán «también se le debería dar la posibilidad de demostrar que puede ser parte de la solución, no parte del problema».
En la víspera, Rohani también había mantenido en Nueva York un crucial encuentro con el presidente de Francia, François Hollande.
Acuerdo seguir con el diálogo sobre el programa nuclear
En otra parte de su discurso de este jueves, Rohani también precisó que Irán está determinado a continuar de «buena fe» las conversaciones para alcanzar un acuerdo sobre su política nuclear con países occidentales.
«Estamos determinados a continuar negociaciones con nuestros interlocutores en buena fe, basados en el respeto mutuo y en la confianza», dijo Rohani, para quien «una demora en alcanzar un acuerdo definitivo solamente aumentará los costos».
Irán y el llamado Grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, Estados Unidos más Alemania) mantuvieron una serie de reuniones en la sede de la ONU a principios de septiembre para tratar de llegar a un acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán.
De acuerdo con Rohani, «si nuestros interlocutores están igualmente motivados (…) un ambiente enteramente diferente surgirá para la cooperación a nivel regional e internacional».