«Hacemos responsable a las autoridades iraníes porque no cumplieron sus funciones y obligaciones de forma responsable para evitar la situación en la frontera», ha indicado el Ministerio del Interior a través de un comunicado publicado en su página web.
Así, ha detallado que «decenas de miles de peregrinos sin visado causaron confusión en el puesto (…) y provocaron una estampida que provocó la rotura de puertas y vallas así como heridas a varios guardias fronterizos». «Se ha determinado que la actuación indisciplinada fue deliberada para ejercer presión sobre el puesto», ha agregado.
Por ello, y tras recalcar que garantizará «que todos los musulmanes puedan celebrar sus ritos», ha reclamado a los países vecinos «que tengan en cuenta las condiciones políticas y de seguridad» y que «cooperen con Irak para mantener la seguridad y la soberanía en las fronteras».
El Gobierno de Irak está respaldado por Irán, que facilita además entrenamiento, armas y dinero a las poderosas milicias chiíes, que están jugando un importante papel en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico en el norte y el oeste del país.