Hosni Mubarak gobernó en Egipto durante casi 30 años. Militar y estadista egipcio, fue presidente de la república entre 1981 y 2011. Después de formarse como militar en su país y en la Unión Soviética, su vida política tuvo un giro considerable y durante el mandato del presidente Anwar el–Sadat se convirtió en comandante en jefe de las fuerzas aéreas (1972), y tres años más tarde en vicepresidente del país. Mubarak está casado con Suzanne Thabet, con quien tiene dos hijos, Gamal y Alla.
En octubre de 1981 el-Sadat muere asesinado y Mubarak le sustituyó en la presidencia. En los primeros años de mandato concedió prioridad a la recuperación económica y consiguió de Israel la restitución del Sinaí en 1982 así como mejorar las relaciones con el resto de países árabes. En 1987 mediante referéndum personal consiguió ser reelegido de nuevo. Mubarak se convirtió en un valioso intermediario entre Israel, los países árabes y Estados Unidos.
El régimen de Mubarak estuvo marcado por su obstinada oposición a una apertura del sistema, invocando el riesgo de una desestabilización catastrófica de su país.
También se opuso férreamente al islamismo radical inspirado en Al Qaida, aunque no logró impedir el fortalecimiento de un islam tradicionalista inspirado por el influyente movimiento de los Hermanos Musulmanes.
Con su silueta maciza, su cabellera siempre negra a pesar de la edad y su mirada a menudo oculta por gafas de sol, se convirtió con el pasar de los años en una figura familiar de las reuniones internacionales e impuso a Egipto como un pilar de moderación dentro del mundo árabe.
El liberalismo económico, que se acentuó en los últimos años, permitió desarrollar sectores económicos como las telecomunicaciones y la construcción, pero casi el 40% de los 80 millones de egipcios seguía viviendo con menos de dos dólares diarios, según estadísticas internacionales.
Durante su larga carrera, Hosni Mubarak escapó a por lo menos seis intentos de asesinato. Jamás levantó el estado de emergencia instaurado cuando subió al poder.
El deterioro económico del país, así como el incremento de las acciones violentas perpetradas por el fundamentalismo islámico contra intereses turísticos no pudieron contra el. Cabe recordar que el propio Mubarak salió ileso de un atentado integrista en Addis Abeba en junio de 1995. Los resultados de los comicios habilitaron a Mubarak a emprender su quinto mandato, cuya finalización estaba prevista para 2011.
Sin embargo, el 11 de febrero de 2011, cuando se aproximaba la fecha prevista para el final del mandato, Mubarak dimitió de su cargo a los 81 años, obligado por una multitudinaria revuelta popular que exigía la instauración de un régimen democrático, la lucha contra la corrupción y medidas de fomento del desarrollo económico. Tras huir de El Cairo, Mubarak se trasladó a Sharm el Seij, en el este del país, bajo custodia del ejército; posteriormente fue detenido e inculpado por abuso de fondos públicos y la muerte de manifestantes durante la revuelta que puso fin a su gobierno.