El presidente de Francia, François Hollande, ha subrayado la necesidad de celebrar una cumbre internacional en la que se analicen formas para combatir el avance del grupo yihadista Estado Islámico, que se ha hecho con el control de partes de Irak y Siria.
Hollande, en una entrevista con »Le Monde» publicada este miércoles, ha abogado por una «estrategia global» para luchar contra la milicia y ha llamado a superar el «debate tradicional» acerca de la conveniencia o no de intervenir.
El mandatario galo, que considera a Estado Islámico una amenaza más grave que la representada en 2001 por Al Qaeda, ha adelantado que en una fecha aún por determinar extenderá invitaciones al Consejo de Seguridad y a países de Oriente Próximo.
Quiere celebrar una «conferencia sobre la seguridad en Irak y contra Estado Islámico» similar a la convocada en mayo en el Elíseo para hablar de la secta islamista nigeriana Boko Haram.
ARMAS A REBELDES SIRIOS
En relación al conflicto sirio, Hollande ha confirmado por primera vez que Francia ha apoyado la «rebelión democrática» mediante la entrega de armas. Según sus propias palabras, se trata de «material conforme con los compromisos europeos», similar al que se habría entregado a las fuerzas kurdas en Irak.
«La comunidad internacional tiene una responsabilidad muy grande en lo que pasa en Siria», ha apuntado Hollande. En su opinión, si hace un año las grandes potencias hubiesen acordado una «reacción» a la utilización de armas químicas por parte del régimen de Bashar al Assad, no existiría la «terrible» elección entre un «dictador» y un «grupo terrorista».
En cuanto a las acciones actuales contra el Estado Islámico, el presidente indicó que, junto con Estados Unidos, Francia es el único país que está armando a los kurdos de Irak.
Precisó que se está haciendo «de acuerdo pleno con las autoridades de Bagdad para que no haya ninguna duda sobre el uso de esos medios y que el marco sigue siendo la unidad de Irak».
En cuanto a la situación de Ucrania, Hollande reiteró su exigencia al presidente ruso, Vladimir Putin, de que se deje de armar a los separatistas del este y se imponga un alto el fuego para que se pueda negociar.
«He dicho al presidente ruso que si no hay una salida rápida a la crisis será muy costoso para los rusos, en el plano económico y en el político», aseguró.
Sin embargo, Hollande indicó que, por el momento, se mantiene el calendario de entrega de los dos navíos de guerra Mistral que Francia vendió a Rusia, el primero de los cuales estará listo el próximo otoño y el otro el año que viene.
«Actualmente, el nivel de las sanciones no impide la entrega», indicó el presidente, quien señaló que «si hubiera una tensión suplementaria y una imposibilidad de encontrar una salida, habría que deliberar» sobre nuevas sanciones.
En Oriente Medio, Hollande mostró su respaldo a la mediación egipcia entre palestinos e israelíes y señaló que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas, debe ser «el interlocutor principal».
Agregó que la desmilitarización de Gaza debe hacerse bajo la responsabilidad de la ANP para que la franja no se convierta «ni en una prisión a cielo abierto ni en una base armada».
Hollande defendió su política intervencionista en África, con acciones en Mali y en República centroafricana y señaló que, a diferencia del pasado, no se hizo «para apoyar a un dictador o defender intereses mercantiles».
«Perseguimos luchar contra el terrorismo con respeto al derecho internacional, intervenimos cuando nos llaman. Solo concebimos nuestra acción en una perspectiva de democracia y desarrollo», aseguró el presidente, quien indicó que Francia «no actúa sola» ya que cuenta con el respaldo de otros países africanos y europeos.