Guta y Afrín siguen siendo los puntos más críticos en Siria. Turquía ha decidido entrar en Afrín; el régimen sirio se ha lanzado contra la localidad de Guta, uno de los últimos enclaves rebeldes dentro del país. Son los dos lugares más preocupantes y que más víctimas está dejando diariamente.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha avisado este martes: ante la espiral de ataques y violencia contrastantes se está produciendo una nueva oleada de desplazamientos, de miles de ciudadanos que están intentando escapar del horror de la guerra. ACNUR ha expresado su particular preocupación por la situación en Duma.
La localidad, a las afueras de Damasco, ha vivido en las últimas horas un ataque con pocos precedentes. Según la ONG de Cascos Bancos, que operan en la zona, han denunciado un ataque con armas químicas que ha afectado a mujeres y niños principalmente. Grupos de familias que todavía estaban en el enclave antes de huir.
Según los datos de la agencia de la ONU, más de 133.000 personas han abandonado de Guta Oriental, situado en los alrededores de Damasco y controlado por los rebeldes, en las últimas cuatro semanas. Las salidas se han producido tras la gran ofensiva lanzada por el Ejército sirio. Mientras tanto, otras 137.000 personas se han visto desplazadas en Afrin, en el norte del país, por la operación lanzada por el Ejército turco contra las milicias kurdas sirias.
“Una situación desesperada”
Esta espiral de desplazamientos, ha resaltado Andrej Mahecic, portavoz de ACNUR, se produce «por encima de una situación humanitaria que ya es de por sí desesperada». «Los civiles sirios ya han sufrido más que suficiente», ha subrayado, precisando que la situación en Duma, la única localidad en Guta controlada aún por los rebeldes, genera «particular preocupación». Allí hay «decenas de miles de civiles que permanecen atrapados» a pesar de los canales humanitarios que se han intentado poner en marcha.
Según Mahecic, desde el 20 de marzo la cifra de desplazados en Guta se ha multiplicado por cuatro, incluidos los alrededor de 45.000 civiles que se encuentran alojados en ocho refugios colectivos en Damasco Rural. Otros 44.000, principalmente mujeres, niños y ancianos, ya han podido abandonar estos refugios tras completarse el proceso de seguridad sobre su identidad.
El portavoz de ACNUR ha precisado que los refugios colectivos están «congestionados» y ha apelado a las partes en el conflicto a permitir «libertad de movimiento y de elección» a los desplazados para que decidan dónde quedarse, además de respetar la unidad familiar.
En lo que se refiere a los 137.000 desplazados en Afrin, «la mayoría están repartidos en Tal Rifaat, Nubol, Zahraa y localidades próximas en el noroeste de Alepo», donde reside en refugios improvisados, edificios en construcción o semi derruidos, almacenes y espacios abiertos.
Mahecic ha reconocido que «el desplazamiento desde Afrin ha remitido y se están produciendo algunos retornos a la ciudad», cuyo control está en manos del Ejército turco y las fuerzas del Ejército Libre Sirio (ELS) que le apoyan desde el pasado 18 de marzo. Asimismo, ha denunciado que «los movimientos de desplazados hacia Alepo y otras zonas controladas por el Gobierno sirio siguen estando restringidos», presuntamente por las fuerzas kurdo sirias.
ACNUR avisa y las cifras lo demuestran
Las cifras de desplazas en Siria aumentan y con ello, las llegadas a Europa. El goteo continúa en las costas del Viejo Continente y la situación para ellos no cambia. Según la Organización Internacional para las Migraciones, en 2018 han llegado a Europa 18.775 personas. En este mismo tiempo, llegaron 30.465 justo en el año anterior.
España continúa siendo también un foco de entrada de miles de personas. Tanto por tierra como por mar, miles de migrantes llegan a España para intentar comenzar una nueva vida y escapar de la guerra. Según los últimos datos ofrecidos por el Ministerio del Interior, en nuestro país también aumentaron las llegadas en los tres primeros meses del año.