Los ministros de Exteriores del llamado Grupo de Visegrado (V4), compuesto por Hungría, la República Checa, Polonia y Eslovaquia, destacaron hoy en Budapest la importancia de la defensa común de las fronteras externas de la Unión Europea (UE), para controlar el flujo migratorio.
«Si no defendemos las fronteras externas, la situación se convertirá en incontrolable», aseguró Miroslav Lajcák, ministro de Exteriores de Eslovaquia, país que actualmente preside la UE.
Los ministros, en la reunión de los diplomáticos húngaros acreditados en el extranjero, subrayaron la necesidad de cumplir con las reglas de la zona de Schengen, de libre circulación dentro de la UE.
Péter Szijjártó, ministro de Exteriores húngaro, explicó que «Hungría pudo frenar a los refugiados en sus fronteras del sur con la ayuda de los otros tres miembros del V4».
«Hay que olvidar las políticas que animan a centenares de miles de personas a partir hacia la UE. La inmigración en masa significa un peligro y debemos protegernos», agregó Szijjártó.
Su homólogo polaco, Witold Waszczykowski, también opinó que «hay que defender de una manera efectiva las fronteras externas de la UE» y destacó que el despliegue de tropas de la OTAN en Polonia y los países bálticos ex soviéticos «demuestra la credibilidad de la OTAN, que actúa contra las amenazas».
Los cuatro países excomunistas del centro y este de Europa se oponen categóricamente a un reparto de refugiados y asilados entre los países de la UE, tal y como se ha decidido por un mayoría cualificada entre los 28.
En general, los ministros reunidos en Budapest reiteraron que se deberían incrementar las competencias nacionales de los países miembros de la UE para enfrentarse a los retos actuales.
Subrayaron asimismo la importancia de no abandonar la integración comunitaria, principalmente de los países de los Balcanes Occidentales.