Parecía que Gordon Brown había caído en el olvido tras su derrota como primer ministro británico en 2010 y la venida al poder del «torie» David Cameron, pero lo cierto es que la prensa británica habla de él como el hombre decisivo en la victoria del «no» en Escocia que este viernes ha obtenido un resultado negativo, un 55,3% al “no” y un 44,7% al “sí”.
Apareció a última hora pero su intervención ha sido clave para la decisión sobre el referéndum escocés, en el que se ha postulado, al igual que sus compañeros laboristas Miliband y Alistair Darling a favor de la campaña del “no” y en defensa del unionismo del Reino Unido. Sereno, con una presencia imponente y con una voz grave en sus discursos, la prensa británica le tacha como el hombre decisivo para la permanencia de Escocia en el Reino Unido.
Su dicurso ha señalado al “no” como la llave para defender la devolución de poderes al parlamento escocés, es decir, se refería al unionismo como la clave para emprender las reformas fiscales, económicas y sociales. Según cuenta el pretigioso Huffington Post en su edición de este viernes, el resultado de la consulta que se ha llevado a cabo en Escocia ha supuesto “un triunfo personal para Brown” y apuntan a que puede haber vuelto a la primera línea política para quedarse, y esta vez puede que para un tiempo mayor.
Quizá, al ser escocés de nacimiento, sea una de las figuras a las que haya que prestar atención en la nueva Escocia de la que hablan los analistas políticos. Sus conciudadanos han alabado su discurso, directo, en ocasiones duro, pero que ha gustado en general. Los periódicos británicos aseguran que ha podido ser gracias al él por lo que David Cameron ha decidido anunciar hoy que va a ceder más competencias a Gales e Inglaterra.
Puede que por estas peticiones que formuló Gordon Brown, de que, a pesar de mantenerse en el unionismo.El Daily Telegraph recogía hace unos días, el pasado 17 de septiembre, que Gordon Brown había llevado a cabo el discurso de su vida en una de las últimas intervenciones para salvar la Unión, “tenemos que apostar por salvar nuestras pensiones, nuestros seguros de salud, tenemos que salvar nuestra libra”, clamaba en su arenga por acabar de convencer a sus compatriotas de apoyar el unionismo.
Acusaba a la independencia de «romper» con los lazos en Gran Bretaña
Además se refería a que el principal argumento de los nacionalistas escoceses fue el de “romper todos los lazos políticos y constitucionales que nos unen con nuestros amigos británicos”. Brown es un laborista que ha llevado a cabo una carrera de fondo en la política.
The Guardian también le ha señalado como el hombre que «ha salvado la unión en Gran Bretaña» y probablemente la popularidad que perdió tras la pérdida de las elecciones para volver a ser reelegido primer ministro en Reino Unidola ha ganado en este debate independentista que ha finalizado en el mismo statu quo anterior.
De hecho en el rotativo le señalan como un político que va a ir adquiriendo más peso conforme se vaya formando el debate en la Cámara de los Comunes en cuanto a las competencias que adquirirá Escocia. Este mismo diario aseguraba que Cameron y Brown habían mantenido conversaciones frecuentes para conseguir que los laboristas escoceses se unieran a la petición por el «no».
Nacido en Glasgow en 1951 está licenciado en Historia por la Universidad de Edimburgo y allí es donde comenzó a despuntar en sus inicios en el laborismo.
Trabajó como periodista hasta 1983 en la televisión escocesa y fue en este año cuando decidió dedicarse por entero a la política en la que debutó siendo portavoz de la oposición sobre Comercio en Industria y Hacienda. Después de ello, en 1994 se postuló como uno de los posibles líderes laboristas a la muerte de John Smith pero se dice, según la prensa británica, que Blair y Brown establecieron un pacto para que Blair fuera finalmente el que se postulara como candidato.