Los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, suscribieron el lunes un acuerdo por el que se instaurará una zona desmilitarizada de entre 15 y 20 kilómetros en Idlib.
El pacto, que prevé patrullas coordinadas rusas y turcas, ha recibido el visto bueno de representantes rebeldes y también del régimen de Bashar al Assad. El ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, también ha alabado dicho pacto, cuya aplicación práctica no termina de estar clara.
Según el periódico »Al Watan», afín a Al Assad, el acuerdo fija varias etapas que concluirán con el control completo de la provincia por parte del régimen a finales de año. Así, hasta mediados de octubre se crearía la zona desmilitarizada y, en una segunda fase, hasta el 10 de noviembre, los rebeldes deberán entregar el armamento pesado.
La tercera etapa sería la del «traspaso de funciones a las instituciones del Estado», que volverían a Idlib antes de finales de 2018, según la información recabada por la agencia rusa Sputnik.