«Quiero decir que esto fue una conspiración planificada en Pakistán, por lo que Pakistán debería entregarnos a los criminales para que podamos llevarlos ante la justicia», ha dicho, según ha informado la cadena de televisión local Tolo TV.
Ghani se ha reunido durante la jornada con la familia del fallecido, Abdul Razeq, y le ha concedido de forma póstuma el título de Campeón de la Libertad en Afganistán.
Tadin Jan, hermano del fallecido jefe de la Policía de Kandahar, fue nombrado este lunes como su sucesor en el cargo. En el ataque en el que murió Razeq falleció también el jefe de la Dirección de Seguridad Nacional (NDS) en esta provincia, Abdulmomin Hassanjail.
Aunque se había incluido entre los fallecidos al gobernador de Kandahar, Zalmai Wesa, el Gobierno afgano aclaró posteriormente que éste había resultado herido en el ataque. También está herido otro destacado oficial de la Policía.
El ataque, reivindicado por los talibán, se produjo cuando las autoridades afganas abandonaban la oficina del gobernador rumbo a un helipuerto, después de participar en una reunión con el comandante de la operación ‘Apoyo Decidido’ de la OTAN, el general estadounidense Austin Scott Miller.
Fuentes consultadas por la cadena afgana TOLO News relataron que el tiroteo lo inició al menos uno de los guardaespaldas del gobernador. La Alianza confirmó en Twitter que se trata de un incidente afgano, es decir, sin implicación de tropas extranjeras.
No obstante, la OTAN confirmó que había tres estadounidenses heridos, mientras que el general Miller salió ileso. El propio Miller resaltó posteriormente que él no era el objetivo del atentado.
Sin embargo, los talibán reclamaron la autoría del ataque confesando que Razeq y Miller eran los objetivos del mismo. «El brutal jefe de la Policía de Kandahar ha muerto junto a muchos otros oficiales», afirmaron los insurgentes en un comunicado. Es habitual que los balances de víctimas de las partes no coincidan por razones de propaganda.
Las autoridades afganas señalaron un día después que los comicios parlamentarios –que se celebraron el sábado y el domingo– serían aplazados una semana por motivos de seguridad a raíz del asesinato de Razeq.