Las fuerzas iraquíes han asaltado este sábado nuevos barrios del este y el sur de la ciudad de Mosul, mientras que los yihadistas del grupo DAESH se disponen a resistir en el interior de su último bastión urbano en Irak. Los militares han irrumpido en los distritos de Al Samah, Al Jadraa, Al Qudis y Al Karama, todos ellos ubicados en el sector oriental, según ha informado el comandante de esas unidades, el general Abdel Amir Rashid Yaralá.
El asistente de la jefatura de las tropas antiterroristas, general de brigada Abdelwahab al Saedi, ha afirmado que siguen los enfrentamientos en esas áreas, donde fue izada la bandera nacional iraquí en algunos edificios. Asimismo, las fuerzas especiales empezaron a penetrar en los barrios de Al Tahrir, Al Zahrá y Shuqaq al Jadraa: están limpiando las calles de artefactos y aislando las zonas para que no se infiltren yihadistas.
Las fuerzas antiterroristas son la avanzadilla del ejército en el asalto sobre Mosul, que dio comienzo el pasado martes, cuando penetraron en el barrio periférico de Kukyeli.
Por otra parte, los soldados atacaron los barrios de Al Intisar, en el sureste, y Al Salam, en el sur de Mosul, una zona por la que los avances han sido más lentos desde el comienzo, el pasado 17 de octubre.
Niños suicidas, los «cachorros del califato»
El jefe del Consejo de Seguridad de la provincia de Nínive (cuya capital es Mosul), Mohamed al Bayati, ha dicho que esos dos barrios son «muy importantes», ya que cuentan con una gran presencia de extremistas, que instalaron grandes bases en estas áreas de la ciudad, en poder del DAESH desde junio de 2014.
Uno de los dirigentes de los llamados Caballeros de Mosul, grupos de vecinos armados que resisten al DAESH en el interior de la ciudad, Mohamed al Musali, ha explicado a Efe que los yihadistas han desplegado a niños y adolescentes suicidas en los barrios orientales para detener el avance de las tropas iraquíes por ese sector.
Al Musali ha detallado que los menores no tienen más de 15 años de edad y están escondidos dentro de viviendas ubicadas en las calles secundarias, mientras que los radicales de más edad han desaparecido totalmente de las principales avenidas de Mosul. Estos adolescentes, que el DAESH denomina «cachorros del califato», han sido preparados para actuar como terroristas suicidas contra los uniformados.
Escudos humanos
Al Musali ha declarado que el DAESH ha evacuado a las familias de sus miembros del este al oeste de la urbe, ya que teme perder pronto el control del primer sector. En la parte occidental de Mosul viven un mayor número de habitantes, entre los que los yihadistas tienen intención de protegerse o usarlos como escudos humanos.
En este sentido, la ONU ha denunciado que el DAESH está exigiendo a las familias de Mosul que le entreguen a sus hijos varones que tengan más de 9 años para que combatan en sus filas. Asimismo, la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Ravina Shamdasani, ha aseguriado que los terroristas continúan llevando a cabo ejecuciones masivas en la ciudad y sus alrededores, donde esta semana puede haber asesinado a 430 personas, entre ellas, medio centenar de sus propios miembros.
A las puertas de Mosul
En los alrededores de Mosul, las fuerzas gubernamentales siguen avanzando en dirección a la ciudad. Este sábado han asaltado la vecina localidad de Sada Bauiza, que colinda con el norte de la «capital» del DAESH, desde la cual podrán cercar por completo la comarca de Tel Kief.
Al Bayati ha explicado que, de esta forma, «será muy fácil atacar también los barrios de Al Hatba y Al Arabi», dentro de Mosul.
En el frente sur, un total de 74 aldeas fueron recuperadas y más de 1.000 yihadistas han muerto desde el comienzo de la ofensiva. Las unidades de la Policía siguen avanzando y actualmente rodean la comarca de Hamam al Alil, al sur de Mosul, de donde han sido evacuadas 4.500 familias.
Por su parte, las milicias chiíes «Multitud Popular» siguen luchando en el frente oeste de Mosul, donde cortaron la ruta de suministros entre la ciudad y Tel Afar, el más importante feudo de los yihadistas en el oeste de Nínive, y que es el próximo objetivo de la fuerza paramilitar, según un portavoz.