Más de 150 palestinos han muerto en otro bombardeo del ejército israelí al este y al sur de Gaza este domingo, la jornada más sangrienta del conflicto, en la que además las tropas hebreas registraron 13 bajas.
Las Brigadas Azedín al Kasam, brazo armado del movimiento islamista Hamás, anunciaron hoy la captura en combate de un soldado israelí. Las brigadas han identificado al soldado como Shaul Aaron, y como prueba ha revelado el número de su placa de identificación, una información que el Ejército no ha confirmado a Teinteresa.es
«Estamos investigando el posible secuestro del soldado Shaul Aaron. No estamos seguros de que Hamás esté en lo cierto», aseguran desde la FDI (Fuerzas de Defensa de Israel).
Por su parte, el embajador israelí ante la ONU, Ron Prosor, desmintió el secuestro, y sostuvo que se trata de «rumores falsos». «No hay un soldado israelí secuestrado, son rumores falsos», dijo Prosor.
Más de 500 muertos desde que comenzó la ofensiva
En Jan Yunes fueron encontrados este lunes los cadáveres de 16 personas bajo los escombros de una casa. En la misma ya se había contabilizado 9 víctimas mortales, lo que lleva el balance a 501 palestinos muertos desde el comienzo de la ofensiva el 8 de julio.
El Consejo de Seguridad de la ONU lanzó un «cese al fuego» desde Nueva York.
El presidente estadounidense, Barack Obama, preocupado por «el número creciente de muertos» en este conflicto, y dijo buscar un «alto al fuego».
«El presidente señaló que Estados Unidos trabajará en estrecha colaboración con Israel y los socios regionales para alcanzar un cese al fuego inmediato, e insistió en la necesidad de proteger a la población civil, en Gaza y en Israel», indicó Washington.
En Nueva York, la ONU se reunió a puerta cerrada para tratar la situación en Gaza, y manifestó su «profunda preocupación ante el número creciente de víctimas» del conflicto y reiteró su llamado a «cesar inmediatamente las hostilidades».
El ejército israelí lanzó el domingo una nueva ofensiva, uno de los bombardeos más mortíferos desde el principio del conflicto y desde la guerra de 2008-2009 en el enclave palestino, contra Chejaiya, una localidad ubicada entre Gaza y la frontera con Israel.
De los más 150 muertos esta jornada en la Franja de Gaza, 72 cayeron en Chejaiya, y se calcula que los heridos podrían alcanzar en total a unos 4.000.
«Chejaiya es una zona civil donde Hamas ha desplegado sus lanzacohetes, construye sus túneles y tiene sus centros de mando. Advertimos a los civiles que evacuaran el lugar, pero Hamas les ordenó quedarse…», se justificó el ejército isarelí.
Esta «masacre» de Chejaiya fue denunciada por dirigentes palestinos y de la Liga Árabe como un «crimen de guerra».
Nada de tregua
La violencia se intensificó este domingo, pese a que Hamas e Israel anunciaron haber aceptado una petición del Comité internacional de la Cruz Roja para realizar una tregua humanitaria.
«Una vez más, Hamas rompe el alto el fuego. Este había sido negociado por el CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) para una pausa humanitaria. La Tsahal (el ejército) replica en consecuencia», anunció el portavoz del ejército israelí, Peter Nerner, en Twitter.
El objetivo de la tregua era la evacuación de los muertos y heridos de los últimos ataques israelíes.