Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han detallado que Norkin encabezará la delegación que viajará a la capital rusa «para presentar el informe de situación sobre el suceso».
«Asimismo, presentarán los continuos intentos iraníes de trasferir armas estratégicas a la organización terrorista Hezbolá y para establecer su presencia militar en Siria», han agregado.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, atribuyó el martes el derribo del avión a «una serie de casualidades trágicas», después de que el Ministerio de Defensa responsabilizara a Israel de lo sucedido, ya que la aviación israelí realizó un bombardeo en la zona.
Según la versión del Ministerio de Defensa ruso, a las 20.00 horas GMT del martes se perdió la comunicación con un avión IL-20 ruso que regresaba a la base aérea de Hmeymim, en el oeste de Siria, y se encontraba a unos 35 kilómetros de la costa del Mediterráneo.
En esos momentos, añadió, cuatro cazas israelíes F-16 estaban atacando instalaciones del Gobierno sirio en Latakia y usaron al IL-20 como escudo, exponiéndolo al fuego del sistema sirio de defensa antiaérea. Como consecuencia de ello, el aparato ruso fue derribado por un cohete del sistema S-200, provocando la muerte de los 15 efectivos rusos que viajaban a bordo.
El Ministerio ruso calificó las acciones de Israel de intencionadas y hostiles y ha dicho que se reserva el derecho a responder adecuadamente. Por su parte, el Ejército de Israel lamentó el derribo del aparato, pero dejó claro que la responsabilidad en último término es de Damasco.