El fiscal Carsten Dombert ha expuesto ante el jurado sus alegatos contra Sergej W., un alemán de origen ruso que admitió haber detonado tres artefactos explosivos con piezas de metal de fabricación casera al paso del autobús del Dortmund, que ese día iba a enfrentarse al Mónaco en la Liga de Campeones.
La explosión provocó heridas a un policía y al futbolista español Marc Bartra, que tuvo que ser intervenido de una fractura del radio de la mano derecha y causó baja durante varias semanas.
A pesar de que en un principio se pensó que el ataque tenía una motivación terrorista porque en el lugar se hallaron tres cartas que apuntaban a vínculos islamistas, Sergej W. ha confesado en el juicio que su objetivo era enriquecerse con una operación financiera haciendo caer en la Bolsa el valor de las acciones del equipo de fútbol alemán.
Según los investigadores, el acusado, técnico electrónico de profesión, había adquirido el mismo día del ataque 15.000 opciones de compra de títulos del Dortmund, el único club de la Bundesliga que cotiza en Bolsa.