Según las informaciones recogidas por el Sudan Media Center, los cargos han sido presentados contra el líder opositor por supuestamente coordinarse y mantener contactos con grupos armados rebeldes con el objetivo de derrocar al Gobierno.
Los cargos presentados se enmarcan en varios artículos del Código Criminal de 1991 y dos artículos del Acta Antiterrorista.
Al Mahdi reside en el extranjero desde febrero y en la actualidad se encuentra en El Cairo, donde mantendrá reuniones con mediadores de la Unión Africana (UA) sobre la posibilidad de que la coalición opositora participe en un proceso de conversaciones.
El presidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir, afirmó el lunes que los partidos opositores integrados en Llamada de Sudán deben elegir entre las acciones civiles o aliarse con organizaciones rebeldes.
La coalición, creada en 2014 y que incluye a varios grupos opositores armados, eligió la semana pasada como presidente a Al Mahdi y a Minni Minawi –líder del Movimiento de Liberación de Sudán (SLM-MM)– como secretario general.
En respuesta, el presidente sudanés dijo que sus palabras no pretenden «intimidar» a la oposición, sino recordar «la obligación constitucional de cumplir con la ley», tal y como recogió el portal local de noticias Sudan Tribune.
«Un Estado tiene la responsabilidad ante Dios y su Constitución y no puede permitir que fuerzas de aterrorizan, saquean y matan a sus ciudadanos tengan un brazo político dentro del país y participen en la acción política», manifestó.
«Si deciden portar armas, les haremos frente con decisión, y si eligen la acción política deben decir claramente que renuncian a la violencia y abandonan las armas para participar en un proceso político», remachó.