La Explanada de las Mezquitas reabrió en Jerusalén a primera hora de la mañana de este viernes, día del rezo semanal musulmán, después de permanecer cerrada el jueves en virtud de una inusual decisión tomada por Israel ante la escalada de tensión en la ciudad.
Las callejuelas de la Ciudad Vieja, situadas cerca de la explanada que alberga la mezquita de Al Aqsa y el Templo de la Roca, estaban tranquilas. La masa de fieles musulmanes no se espera hasta el final de la mañana, para la oración semanal.
En el rezo sólo podrán participar los hombres de cincuenta años en adelante. La policía israelí decidió restringir el acceso para limitar los riesgos de incidentes, cuando decidió reabrir la explanada el jueves a medianoche.
El jueves, las autoridades israelíes prohibieron el acceso al tercer lugar santo del islam, también venerado por los judíos, ante el temor de un aumento de las tensiones en Jerusalén, donde la policía mató a un palestino sospechoso de tirotear el miércoles a un conocido ultranacionalista israelí.
Según la fundación que gestiona la explanada, se trataba del primer cierre desde 1967 y la anexión por parte de Israel del sector palestino de Jerusalén.
Mutaz Hijazi fue abatido en su vivienda en la noche del miércoles al jueves por la Policía israelí ante la sospecha de que era el autor del intento de asesinato del activista ultraderechista israelí Yehuda Glick.
Ante el temor a altercados, las autoridades israelíes procedieron el jueves al cierre de la Explanada de las Mezquitas, si bien a última hora del día se anunció que este viernes, principal día de rezo para los musulmanes, se permitirá el acceso, pero solo a los hombres mayores de 50 años.
Así las cosas, el secretario general de Al Fatá en Jerusalén, Adnan Ghaith, ha llamado a los palestinos a un «día de la ira» este viernes contra las autoridades israelíes. En declaraciones a la agencia palestina Maan, ha calificado la muerte de Hijazi a manos de la Policía israelí de «acto de terrorismo».
«Los crímenes israelíes están aumentando de forma sistemática en Jerusalén con asesinatos, detenciones, asaltos, demolición de casas y la prohibición de que los fieles puedan rezar dentro del recinto de la Mezquita de Al Aqsa», ha denunciado. En opinión de Ghaith, precisamente ha sido esta discriminación contra los palestinos que viven en Jerusalén la que ha provocado el ataque contra Yehuda Glick.