14.000 misioneros españoles, según datos de Obras Misionales Pontificias (OMP), ejercen su trabajo alrededor de todo el mundo. La mayoría, el 54% son mujeres, y la mayoría también, tiene una edad avanzada. El mismo porcentaje, entre 70 y 90 años.
De ellos, el 51% son religiosas y el 36% sacerdotes. Aunque hay además un 5% de misioneros que no se adscriben a religión. Por continentes, América es el principal destino. Allí trabajan el 70’8%. El 13’8% están en África, un 8’9% en Europa, el 6’2% Asia, y, finalmente, apenas un 0’2% desarrolla su misión en Oceanía.
Perú es el país con más misioneros españoles, 969. Le siguen Venezuela con 968 y Argentina con 666. Pero los misioneros españoles también se adentran en las regiones donde los cristianos son acosados y hay más peligro. Así, la India cuenta con 116 misioneros, Kenia tiene 33, Argelia 29, China 26, Indonesia 17 y Egipto 15.
Además, según los datos de la OMP, hay 227 españoles en países donde los cristianos son perseguidos, como India, Kenia, Argelia o China. Muchos otros se enfrentan a situaciones de conflicto o a países frecuentemente asolados por los desastres naturales.
Los datos convierten a nuestro país en el que más misioneros católicos tiene en todo el mundo. «Pese a la escasez de vocaciones, la proporción de misioneros que salen de España sigue siendo la misma con respecto al número de ordenaciones», explica el padre Anastasio, de las Obras Misionales Pontificias. Personas que «deciden quemar las naves, dejarlo todo y entregar su vida al anuncio del Evangelio».
Repartidos en 130 países, los misioneros no sólo anuncian el Evangelio. También llevan a cabo proyectos de desarrollo educativo, sanitario y de promoción social de las comunidades locales. Los «territorios de misión» representan el 37 % de las circunscripciones eclesiásticas, donde viven más de 200 millones de católicos y el 47 % de la población mundial. El 22,8 % de las instituciones sociales del mundo atendidas por la Iglesia están en esos lugares (hospitales, residencias de ancianos, orfanatos, comedores), así como el 47,2 % de las educativas.
Los proyectos se llevan a cabo, fundamentalmente, a través de las donaciones de fieles que, en los últimos años han registrado un descenso debido, fundamentalmente, a la crisis. Los donativos europeos, por ejemplo, cayeron entre 2008 y 2012, de los sesenta a los cincuenta millones de euros.
Según datos de Obras Misionales Pontificias, los españoles destinaron el año pasado 14.648.000 euros a las misiones, lo que supone un descenso de un 8,65 por ciento con respecto al año anterior. Desde 2008 los españoles han donado más de 112 millones de euros a las misiones, lo que sitúa a España en el segundo país, sólo superado por EEUU, que más aportaciones destina. El dinero recaudado se destina a un Fondo Universal de Solidaridad, que sostiene a las misiones de la Iglesia.