No obstante, esta disponibilidad está condicionada a que este grupo de inmigrantes desembarque en Italia y a que el país acepte acoger a una parte de ellos, han explicado las fuentes.
Estos países han mostrado así su «responsabilidad, solidaridad y su voluntad común para aportar una solución europea a los flujos migratorios y el drama humanitario que se da en el Mediterráneo».
El Gobierno italiano ha confirmado que Portugal y España se suman a Malta, Francia y Alemania. «Bien. La firmeza y la coherencia merecen la pena. El tiempo de los gobiernos cómplices y temerosos ha acabado», ha subrayado el ministro del Interior, Matteo Salvini.
«El próximo objetivo, sin embargo, es detener de una vez por todas esta mafia de la trata de personas y acompañar a los inmigrantes al lugar de donde salieron», ha añadido Salvini. «En Italia y en Europa, solo entran aquellos que tienen permiso», ha apostillado.
Los inmigrantes fueron rescatados este viernes cerca de la isla italiana de Linosa, a unas 100 millas de Malta — que ya se ha negado a acogerlos — por un barco de la misión fronteriza Frontex y un buque propiedad de la Policía italiana.
Ocho de los inmigrantes que necesitaban asistencia médica fueron llevados a la isla italiana de Lampedusa para recibir tratamiento, a pesar de las declaraciones de Salvini, quien rechazó de plano cualquier desembarco.