En todo el mundo, ejércitos y grupos rebeldes están apoderándose de escuelas convirtiendo estos lugares seguros de aprendizaje en zonas de guerra. Los soldados utilizan las aulas para dormir y almacenar armas, emplean las oficinas de las escuelas para torturan a sospechosos, y convierten los patios de juegos en campos de entrenamiento y las instalaciones escolares en zonas de batalla.
Según la ONG Human Right Watch, en todo el mundo al menos 24 países desde 2005, numerosos niños ya no tienen acceso a la educación segura porque los ejércitos y grupos armados han tomado las escuelas. HRW hace hincapié en que el uso prolongado de escuelas como campos de entrenamiento crea generaciones enteras de niños que dejan de ir a la escuela durante largos periodos. Esta alarmante situación es especialmente dura para las niñas que corren el riesgo de sufrir abusos por parte de los grupos armados. Además, en ocasiones estos centros de aprendizaje se convierten en escuelas que enseñan a matar: Gaza, Pakistán o Siria
Hamas entrena a niños en Gaza
En la franja de Gaza, Hamas organiza una serie de cursos de entrenamiento militar en las escuelas de Gaza a menores de edad en mezquitas y campamentos de verano. Los jóvenes aprenden a manejar y disparar armas de fuego. Estudian terminología de seguridad y técnicas de espionaje y contraespionaje, así como duros entrenamientos físicos de un soldado.
En Pakistán, las madrazas se convierten en espacios para el extremismo
Las madrazas ofrecen educación gratuita, una pequeña ayuda económica para los alumnos, comida y un lugar donde dormir. Cuando las familias no disponen de recursos, envían a sus hijos a las madrazas o seminarios religiosos. Estos lugares se convierten en escuelas para el reclutamiento de terroristas. A la mayoría de los niños se les educa para que se conviertan en niños suicidas, denuncian organizaciones como Rawa
El Gobierno y rebeldes utilizan las escuelas sirias como bases militares
Profesores a sueldo interrogan a estudiantes sobre sus afinidades políticas y su presunta implicación en supuestas actividades contra el Gobierno. HRW en un informe dice que las escuelas son usadas como bases militares. Los profesores, a sueldo del régimen, utilizan a las fuerzas seguridad del estado, como los temidos Shabiha, la fuerza paramilitar del Gobierno de Al Assad para identificar a los organizadores y participantes en las manifestaciones.
Narcos utilizan escuelas para reclutar a jóvenes
En Rosarito, las células delictivas que se dedican a la venta de droga buscan extender el número de vendedores y no hay límite: las escuelas se convierten en los blanco. En esta ciudad hay más de 6 mil 180 jóvenes que estudian en las 21 secundarias, de las cuales se marcan «focos rojos» ubicadas en las colonias Lucio Blanco, zona Centro y Colinas de Rosarito, según recogen medios mexicanos.
Los niños son objetivos especialmente fáciles por ser jóvenes, con frecuencia ignorantes de sus derechos y carentes de adultos a los que recurrir para pedir asistencia. Además cuentan con muy pocos mecanismos para denunciar la violencia y pueden mostrarse reticentes a hablar por temor a las represalias. Y dado que son niños, sus denuncias no se suelen tomar en serio.