La esperanza de encontrar supervivientes en el barco hundido en Corea del Sur se apaga poco a poco. La posibilidad de que haya personas con vida dentro del casco gracias a bolsas de aire es cada vez menor y son muchos los que piensan que este sábado es la última oportunidad de rescatarlos con vida, si es que lo están.
Los buzos han conseguido entrar al barco y han accedido tras varios intentos a la zona de pasajeros, que está totalmente sumergida. “Los submarinistas vieron tres cadáveres a través de una ventana”, anunció Choi Sang-Hwan, subdirector de los guardacostas.
“Trataron de recuperarlos rompiendo el vidrio, pero era demasiado difícil”, agregaba durante una reunión con los familiares de los desaparecidos en la tragedia. La mayoría de las víctimas del naufragio eran adolescentes que estaban realizando un viaje de fin de curso.
Los servicios de rescate encontraron, además, el cuerpo sin vida de una mujer en las aguas, que eleva a 30 el número de fallecidos confirmados, informó la agencia Yonhap.
Colocarán una red para que los cuerpos no se alejen de la zona
Muchos de los 500 submarinistas que trabajan en la zona de la catástrofe son voluntarios civiles.
Se instalarán redes alrededor del »Sewol» para impedir que los cuerpos se alejen, aseguró el responsable de los guardacostas, quien todavía tenía esperanzas de encontrar supervivientes.
Cientos de familiares de los pasajeros, en su mayor parte padres de los estudiantes destrozados por la angustia y el dolor, pasaron otra noche en el gimnasio de Jindo.
La ira aumentó en las últimas 48 horas. Los padres acusan a las autoridades y a los servicios de socorro de incompetencia e indiferencia.
«Ya no nos queda mucho tiempo. Muchos piensan que es el último día posible para encontrar pasajeros vivos», declaró Nam Sung-Won, cuyo sobrino de 17 años se encontraba a bordo. «Después de hoy, todo habrá terminado», agregó.
Por ahora se ignora la causa del accidente. Las informaciones del ministerio de la Marina indican que el transbordador giró bruscamente antes de enviar una señal pidiendo socorro. El choque podría haber desequilibrado la carga, 150 automóviles, e inclinado la embarcación.
Una mancha de fuel dificulta las labores de búsqueda
Tras interrumpirse el rescate desde las 13.00 hora local (4.00 GMT) por las condiciones adversas de las aguas, los buzos tenían planeado realizar a partir de las 17.00 (8.00 GMT) nuevos intentos de entrar en el buque después de varios efectuados sin éxito durante la mañana.
Una gran mancha de 300 metros de largo y diez de ancho de combustible liberado por el Sewol dificulta aún más unas labores de rescate ya complicadas por las fuertes corrientes, las olas y la escasa visibilidad de las aguas frente a la costa de Jindo, en el suroeste del país.
Se cree que el buque todavía conserva en sus depósitos 139.000 litros de fueloil y 39.000 de diesel que amenazan con ser expulsados al mar, según las autoridades surcoreanas, que han flotado hasta 23 barcos para limpiar el combustible de la superficie.
Estos buques se unen al enorme despliegue del rescate del Sewol, en el que participan 176 embarcaciones, 28 helicópteros y aviones y más de 650 buzos, en los que recae la responsabilidad principal de penetrar en la nave en busca de posibles supervivientes.