El ejército sirio avanzaba este miércoles en un barrio de la localidad de Homs (centro) con el objetivo de controlarla por completo como hizo hace unos días con la Quseir, informó una ONG siria.
«Las fuerzas del régimen tomaron el control de amplios sectores de Wadi Sayeh, en Homs, avanzando lentamente en este barrio que bombardean y donde se libran violentos combates», afirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Las fuerzas del régimen ya se encontraban en Wadi Sayeh pero no conseguían avanzar debido a los francotiradores. El control de Wadi Sayeh facilitará la toma de los barrios de Jaldiyé y del casco antiguo de Homs, que asedia desde hace más de un año. Según Abdel Rahman, el ejército «intenta tomar el control de toda la ciudad de Homs», bautizada por la oposición siria como «la capital de la revolución».
60 chiíes han muerto en un choque contra los rebeldes… y los sunitas lo celebran
Al menos 60 chiíes, la mayoría milicianos leales al régimen de Bachar al Asad, han muerto en choques contra los rebeldes en un pueblo en la provincia de Deir al Zur, en el noreste de Siria, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El grupo explicó que los enfrentamientos se desencadenaron ayer en el pueblo de Hatla, donde hay una minoría chií, después de que combatientes progubernamentales del mismo credo atacaran el lunes por la noche una posición rebelde cercana y causaran la muerte de dos insurgentes y heridas a ocho.
Durante los choques, los insurgentes se hicieron con el control de la localidad y mataron a 60 de sus habitantes, la mayoría milicianos prorrégimen. También, 10 opositores armados perdieron la vida en esos combates.
Algunos civiles de Hatla se han desplazado a otras localidades próximas para huir de los enfrentamientos y bombardeos. El Observatorio destacó que, según las informaciones que le han transmitido activistas, las autoridades han armado en las últimas semanas a cientos de ciudadanos chiíes en la provincia de Deir al Zur.
El presidente sirio, Bachar al Asad, es alauí (corriente chií) y cuenta como aliados al régimen de Irán y al grupo chií libanés Hizbulá. Estos sucesos no han podido ser verificados de forma independiente debido a las restricciones impuestas por las autoridades sirias a los periodistas para trabajar.
Por otro lado, rebeldes islamistas de confesión sunita celebraron la muerte de unos 60 chiitas, en su mayoría combatientes, y el incendio de sus casas en el este de Siria, según vídeos difundidos el miércoles por el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
«La brigada al Sadeq al Amin se prepara para el asalto de las casas de los chiitas partidarios del régimen de Asad en la aldea de Hatlah», afirma el hombre que sostiene la cámara en un vídeo. Una decena de hombres armados aparecen en la imagen en el patio de una casa, mostrando al menos un cadáver desfigurado y ensangrentado que yacía sobre el suelo. «Aquí están los chiitas, este es vuestro final, perros», grita.
«Sunitas, ayuden a su comunidad», clama otro hombre delante de la cámara, con una cinta negra en la frente en la que lleva escrita la profesión de fe musulmana. Un segundo vídeo muestra a una decena de hombres armados, aparentemente en el exterior del pueblo, de donde se eleva una espesa humareda gris.
«Dios es grande, todas las casas de los chiitas fueron incendiadas (…) aquí están los combatientes de la yihad (guerra santa) celebrando su entrada en las casas chiitas infieles», clama el hombre que graba la escena.
Siria es un país de mayoría sunita gobernado desde hace más de 40 años por el clan Asad, que pertenece a la minoría alauita, una rama del chiismo.
El apoyo del Hezbolá chiita libanés al régimen sirio, sobre todo en la región de Quseir (centro oeste) ha exacerbado las desavenencias entre sunitas y chiitas en Siria, y también en Líbano.
Francia y España descartan armar a los rebeldes
Los ministros de Exteriores de España y Francia, José Manuel García-Margallo y Laurent Fabius, han afirmado hoy que la situación en Siria es «trágica y dramática» en lo que ya se ha convertido una «guerra internacional», pero han descartado enviar armas a la oposición antes del 1 de agosto. García-Margallo y Fabius han explicado su postura en una rueda de prensa conjunta tras la reunión que han mantenido en el Palacio de Viana de Madrid al ser preguntados si España y Francia se plantean enviar armas a la oposición siria antes del 1 de agosto.
El pasado 27 de mayo la Unión Europea dio luz verde a sus Estados miembros para que armen a la oposición siria, aunque todos se han comprometido a no hacerlo antes de agosto con el fin de dar una oportunidad a las conversaciones de paz que se preparan en Ginebra.
García-Margallo ha explicado que las posiciones de España y Francia son «muy coincidentes» en lo que ya se ha convertido, a su juicio, «en una guerra internacional y no local» al estar implicadas grandes potencias, así como los países vecinos. Ha explicado que la fecha del 1 de agosto «no era caprichosa» y que se trata de dar una «oportunidad al diálogo de Ginebra».
No obstante, el jefe de la diplomacia española ha señalado que en los próximos días «puede haber noticias importantes» en cuanto al conflicto de Siria, que ya se prolonga más de dos años.
A la espera de un movimiento de EEUU
«Parece que puede haber un movimiento en los próximas días en Estados Unidos. Hay que esperar y ver cómo se desarrollan las circunstancias», ha precisado. Fabius por su parte ha expresado su preocupación por ese conflicto y, en concreto, por la caída de la ciudad de Al Qusair, tomada ya por el régimen de Bachar al Asad.
«Todo indica que la próxima meta es Alepo, una ciudad todavía más importante», ha apuntado, antes de apostillar: «Si queremos encontrar una solución política, simbolizada por la conferencia de Ginebra, tenemos que poder establecer el equilibrio en el terreno». «Estamos trabajando en ello», ha subrayado el ministro francés, quien ha añadido que su país respeta la normativa europea y esa posición común de esperar al 1 de agosto para enviar armas.
García-Margallo ha insistido en que España está a favor de una «solución negociada» para Siria y no militar, aunque ha reconocido que el tema se está «envenenando» por la entrada en combate de irán del grupo chií libanés Hizbulá.