Los legisladores republicanos insistieron este miércoles, en que la prioridad de una reforma migratoria debe ser reforzar la frontera con México, al tiempo que plantearon abordar el problema mediante leyes separadas, en contraposición a los deseos del presidente Barack Obama.
En una primera audiencia sobre migración en el nuevo Senado, varios representantes de la oposición republicana sembraron dudas sobre el estado de la seguridad en la frontera, mientras la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, señaló una y otra vez que esa zona es hoy más segura que nunca.
Esta audiencia se produjo después de que el martes, en su mensaje del Estado de la Unión, el presidente Obama pidiera a los legisladores que aprueben una ley de reforma migratoria integral «en los próximos meses».
El republicano Jeff Sessions afirmó que el proceso de contratar más agentes de la Patrulla Fronteriza y construir la valla en la frontera, entre otras medidas, ha sido tardío y arduo «y aún no estamos donde le prometimos a los estadounidenses que estaríamos».
«Hay algunas cosas con respecto a la seguridad fronteriza para las que necesitamos ayuda», le dijo a Napolitano el senador Jeff Flake, uno de los miembros del grupo bipartidista de ocho senadores que alcanzó en enero un acuerdo de principios migratorios.
El acuerdo del grupo, que podría presentar un proyecto de ley en marzo, contiene «varias metas que deben alcanzarse en términos de seguridad fronteriza», recordó Flake.
«Hay una manera más positiva de ver esto, porque una meta implica que no se aborden otras cuestiones hasta que se alcance cierto punto, cuando, en la realidad, todos los elementos deben ser estudiados simultáneamente», respondió Napolitano.
La funcionaria fue interrumpida en varias ocasiones por activistas que criticaban las cifras récord de deportación de indocumentados del gobierno de Obama.
La postura republicana fue replicada en otra audiencia, en la Cámara de Representantes, donde los republicanos son mayoría y muestran una oposición a una reforma más abierta.
«Debemos estar conscientes de que el primer paso es tomar control de nuestra frontera», dijo el jefe de la comisión de Seguridad Interna, Michael McCaul, al anunciar que elabora un proyecto de ley para establecer criterios de seguridad fronteriza.
«Frecuentemente decir que primero debe reforzarse la frontera, sirve simplemente de excusa para no enfrentar los problemas de fondo. También ignora los avances importantes y los esfuerzos que hemos hechos estos últimos cuatro años», dijo Napolitano en la audiencia del Senado.
Obama ha establecido como una de las prioridades de su segundo mandato una reforma migratoria integral, que incluya una vía clara hacia la ciudadanía para los más de 11 millones de indocumentados en el país, la mayor parte de ellos latinoamericanos, una vez cumplan con ciertas condiciones.
Líderes republicanos han comenzado a tener una postura más proclive a la reforma después de las elecciones de noviembre, cuando se confirmó el creciente peso del voto hispano, después de que por años mostraron una férrea oposición, aunque todavía muestran abiertamente sus dudas.
Obama recibió este miércoles en la Casa Blanca a los senadores demócratas para pasar revista «a los avances conseguidos hasta la fecha», informó un comunicado de la Casa Blanca.
«El presidente agradeció a los senadores por su trabajo hasta el momento y les dijo que aunque estaba complacido por los progresos, espera que el proceso siga avanzando y sigue preparado para proponer su propio proyecto de ley si el Congreso no actúa», advirtió.
«Sin un acuerdo bipartidista, no tendremos una ley», había admitido más temprano el senador demócrata Charles Schumer, otro de los miembros del llamado grupo de los ocho senadores.
Varios legisladores republicanos propusieron que las ineficaces leyes migratorias sean revisadas una por una.
«Podría irnos mejor si enfrentamos los problemas de nuestro sistema migratorio por separado, que si intentamos lograr una gran reforma migratoria integral», dijo Sessions.