«En lugar de amedrentarnos, estos terribles actos de violencia solo fortalecen nuestra determinación», asegura en un comunicado el Departamento de Estado norteamericano. «Estados Unidos seguirá estando junto al Gobierno y al pueblo turco contra el azote del terrorismo», añade.
Washington condena así «en los términos más contundentes el espantoso atentado terrorista de Ankara» y destaca que «el hecho de que este atentado haya sido perpetrado antes de una manifestación convocada por la paz subraya la depravación de los responsables».
Además, Estados Unidos aprovecha para hacer un llamamiento a «la necesidad de confrontar los problemas de seguridad en la región», una velada referencia a la violencia en Siria.