El Gobierno paquistaní dio 15 días a Estados Unidos para dejar Shamsi, una importante base para las operaciones de aviones no tripulados estadounidenses, como consecuencia del ataque del 26 de noviembre de helicópteros de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) contra un puesto fronterizo en la provincia de Mohmand, en el que murieron 24 militares paquistaníes.
Sobre el incidente de Mohmand, Munter ha insistido en que se ha abierto una investigación al respecto y ha asegurado que informarán a las autoridades paquistaníes de los resultados.
Este mismo domingo habría llegado a Shamsi un avión de transporte para evacuar al personal estadounidense, según informó el periódico paquistaní »Dawn». Los residentes habían recibido orden de no salir de sus casas.
La base de Shamsi, que se encuentra a 300 kilómetros de la capital de Baluchistán, Quetta, era empleada por Estados Unidos como punto de despegue de los aviones no tripulados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para atacar objetivos de grupos armados en el cinturón tribal de Pakistán.
El Gobierno paquistaní había exigido en otras dos ocasiones el desalojo de la base, primero cuando el contratista de la CIA Raymond Davis mató a dos hombres en Lahore a principios de enero y después tras el asalto que acabó con la vida del líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, en mayo. Islamabad alquiló la base a los Emiratos Árabes Unidos en 1992, y Estados Unidos recibió acceso a las instalaciones tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.