Un portavoz policial de Blantyre, Augustus Nkwazi, ha explicado a la agencia de noticias DPA que el primero en ser detenido fue el empresario, que estaba en posesión del útero. «Cuando le preguntamos de dónde lo había conseguido, mencionó a los dos» trabajadores de un hospital de Thyolo, ha añadido.
Las autoridades investigan ahora cómo pudieron tener acceso estos sospechosos al órgano, por el cual el empresario habría pagado 68 dólares (unos 60 euros), según el portavoz.
La arraigada superstición en Malaui hace que no sea del todo infrecuente este tipo de casos, en los que una persona es detenida en posesión de algún órgano humano. La brujería tiene también entre sus potenciales víctimas a los albinos, a los que hay quien atribuye propiedades mágicas que incluso pueden costarle la vida a personas con esta enfermedad.