Fuentes judiciales citadas por la agencia estatal turca de noticias, Anatolia, ha señalado que 49 personas han sido detenidas en la provincia de Esmirna por supuestos lazos financieros con el grupo que encabeza Gulen a través de la »app» ByLock.
Asimismo, ha agregado que otras 15 personas han sido detenidas en Konya por sus contactos con «imames encubiertos» vinculados a Gulen a través de cabinas de teléfono.
La Fiscalía ha emitido órdenes de arresto contra 128 personas, entre ellas 48 miembros de las fuerzas de seguridad en activo, por lo que las operaciones siguen en marcha.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reconoció en abril que hay más de 30.500 personas encarceladas en Turquía acusadas de mantener vínculos con la red de Gulen. El Gobierno turco considera a los seguidores del clérigo una organización terrorista.
En un mitin delante de la sede de la Policía para conmemorar el 174º aniversario del cuerpo, Erdogan advirtió de que todavía están lejos de «limpiar completamente» las instituciones estatales de esta «banda de traidores».
Ankara considera que en el Ejército y otras instituciones estatales hay infiltrados de la red de Gulen, antiguo aliado de Erdogan que ha negado su participación en el golpe y que desde 1999 vive en el estado norteamericano de Pensilvania.
Mientras los críticos de Erdogan aseguran que la asonada militar es un pretexto para aplastar a la oposición, las autoridades turcas insisten en que estas medidas son necesarias para combatir las amenazas a la seguridad nacional.