Según informa ‘The New York Times’, el Gobierno estadounidense asegura que las pruebas forenses y el relato de varios testigos respaldan la versión de Wilson, quien sostiene que Brown mantuvo un forcejeo con él para hacerse con su arma. El agente aseguró a los investigadores que temió por su vida.
De este forma, la decisión del Gobierno finaliza una larga investigación del tiroteo ocurrido el 9 de agosto que acabó con la vida de Brown. Varios testigos presenciales aseguraron que el joven tenía las manos en alto y no oponía resistencia cuando Wilson abrió fuego contra él.
No obstante, los agentes federales y los fiscales han rechazado esta versión, avalando así el veredicto del gran jurado que el pasado mes de noviembre declaró no culpable a Wilson.
Esta noticia llega tras la filtración este martes de los resultados del informe del Departamento de Justicia en los que acusa a la Policía de Ferguson de tener prejuicios raciales y de violar repetidamente los derechos constitucionales con acciones como detenciones sin causas probables o un uso excesivo de la fuerza.