La Cumbre se anticipaba larga desde el principio. Entre los periodistas ya se barajaba la posibilidad de pasar parte de la madrugada a la espera de noticias, ó incluso que terminara un día más tarde, el sábado.
Finalmente, el que acertó en su previsión sobre la hora de finalización de la »cena informal», fué uno de los fotógrafos oficiales de la Comisión. Su diagnóstico: No pasaríamos de la seis de la mañana y así fué.
La falta de sueño no ha producido demasiados estragos entre los líderes europeos. Nicolas Sarkozy es el único que no ha asistido a primera hora, a la firma del Tratado de adhesión de Croacia.
Horas antes, en su rueda de prensa, el Presidente francés con acusadas marcas de cansancio, contestaba a una pregunta sobre la efectividad en los mercados del pacto sellado, Sarkozy decía que, »esperaba no tener que dar más ruedas de prensa a las seis de la mañana».
Ha sido una reunión, atípica, según los periodistas especializados, con »muchas horas de parón» y muy escasas filtraciones. Sobre las 04.30 de la mañana, entraba un teletipo »urgente» en las pantallas. La agencia France Presse aseguraba que el Primer Ministro Británico, David Cameron, se había marchado de la mesa de negociación.
Quince minutos después, uno de sus portavoces, salía a la sala de prensa para asegurar ante los »corrillos» de periodistas que los veintisiete »seguían negociando» todos juntos y que nadie se había marchado.
Un síntoma de malestar que anticipó lo que Poco una hora después, el Presidente francés Nicolas Sarkozy, anunciaba: No era posible llegar a un pacto a 27 debido a las reticencias de »nuestros amigos del Reino Unido».
Entre la prensa francesa no hubo grandes sorpresas, a primera hora de la noche ya se había filtrado que la reunión previa a la Cumbre, y a tres bandas de Merkel, Sarkozy y Cameron, había terminado en tablas, ó algo más, porque se hablaba de »duras palabras entre los dirigentes».
Las frases que intercambian los líderes en éste Consejo, son más fáciles de averiguar que otros detalles anecdóticos: Por ejemplo, nadie quiere decir qué cenaron los dirigentes europeos mientras rediseñaban la Unión Europea.
Uno de los »chefs» responsables de la cocina, que también suple de café y comida gratuita a los cerca de dos mil periodistas acreditados, no quiso responder a la pregunta, son »cuestiones de protocolo».
Para aquellos que nos encuentrábamos en el »búncker» en el que se convirtió el edificio del Consejo Europeo, ha sido más fácil acceder a los grandes vértices de la política europea, que bucear entre los pequeños detalles cotidianos.