«No sabíamos lo que teníamos hasta que te perdimos» así reza el artículo que Nicmer Evans, politólogo convencido del proceso revolucionario pero una de las voces más críticas dentro del chavismo, publica con motivo del segundo aniversario de la muerte de Hugo Chávez. Evans cuestiona repetidamente la gestión actual de Venezuela y califica como «madurismo» el actual clima político.
En una reciente columna en la revista digital Aporrea, Evans llama la atención sobre los privilegios de los cercanos al poder y sus actos de corrupción al poder «designar a dedo contrataciones con el Estado con posibilidad de privilegiar a familiares, amigos o compadres».
«Cuando analizamos la complejidad política del país, debemos increpar dura y certeramente no sólo a la desorientación gubernamental y el fraude que hasta ahora ha representado no continuar el legado del presidente Chávez, sino a aquellos que pretenden ser una alternativa sin propuesta alguna», subrayó Evans en otra columna.
La economía en franco deterioro se combina con una crisis política en la que cada vez se hace más palpable el «creciente autoritarismo» del gobierno, añade Magdaleno al evocar la reciente detención del opositor alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma, y la amenaza latente de encarcelar a otros opositores que pregonan una transición política en Venezuela.