«Dispararemos nuestros cohetes con armas nucleares sobre la Casa Blanca y el Pentágono, los orígenes del mal», afirmó Hwang Pyong-so, jefe del buró político del Ejército norcoreano, en declaraciones a medios estatales recogidas hoy por el diario surcoreano Chosun. Así de rotundo como si estuviéramos ante una película de ficción.
Hwang formuló la nueva amenaza el domingo, durante una reunión de autoridades militares en el Palacio de Kumsusan de la capital, Pyongyang, con motivo del 61 aniversario del fin de la Guerra de Corea (1950-53).
Todas las grandes ciudades de EEUU son objetivo
El representante militar norcoreano también situó como objetivos de sus armas nucleares «las bases militares en el Pacífico y todas las grandes ciudades de Estados Unidos».
Prometió que la ofensiva se producirá si EEUU amenaza «la soberanía y la supervivencia (de Corea del Norte) con sus portaaviones de propulsión nuclear y sus medios para un ataque atómico».
EEUU desplazó recientemente a Corea del Sur el portaaviones de propulsión nuclear de 97.000 toneladas USS George Washington, con 80 cazas y bombarderos a bordo, que participó del 16 al 21 de julio en maniobras militares conjuntas de las fuerzas surcoreanas y estadounidenses.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, dirigió personalmente el último lanzamiento de un misil balístico en el Mar de Este (o Mar de Japón), que apuntaba hacia una localización donde se encontraban tropas de EEUU, anunció hoy la agencia estatal norcoreana KCNA.
El proyectil de corto alcance fue disparado a las 21.40 hora local del sábado (12.40 GMT) desde el cabo Jangsan, en la costa oeste de Corea del Norte a unos 100 kilómetros de la frontera que separa a las dos Coreas, según datos del Ministerio de Defensa surcoreano
El líder norcoreano «examinó el plan de lanzamiento trazado en consideración de la localización presente de las fuerzas imperialistas agresoras de EEUU en Corea del Sur», señaló en un comunicado la KCNA.
La prueba se efectuó «dentro de un simulacro de batalla para atacar y destruir al enemigo», añadió la nota de la agencia estatal norcoreana, que también distribuyó fotos en las que puede verse un supuesto cohete elevándose en el horizonte mientras Kim Jong-un lo contempla desde la lejanía.
La agencia norcoreana destacó que el lanzamiento se produjo día antes del 61 aniversario del armisticio que puso fin a la Guerra de Corea.
El alcance estimado del misil, de tipo Scud, era de unos 500 kilómetros, y se trata del décimo-quinto ensayo norcoreano de proyectiles en lo que va de año y el sexto de uno de tipo balístico.
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, condenó por su parte el lanzamiento y afirmó que tomará medidas «en coordinación» con EEUU y Corea del Sur «para garantizar la seguridad de los vuelos y del transporte marítimo en la región», ante los repetidos ensayos de misiles y cohetes de Pyongyang. «Tenemos que hacerles saber que el desarrollo de un programa nuclear y de misiles no pueden llevarse a cabo junto a la recuperación económica», dijo Abe en declaraciones a los medios durante su visita oficial a México, el primer paso de su gira latinoamericana que arrancó el pasado 25.
Entre finales de junio y el pasado día 14, Pyongyang realizó diversas pruebas de misiles y cohetes tras más de dos meses de relativa calma, después de que en marzo y abril se intensificaran los intercambios de amenazas entre Pyongyang y los dos aliados cuando éstos realizaban ejercicios militares en la península coreana.
Los repetidos ensayos de misiles fueron condenados por la comunidad internacional, y Naciones Unidas llegó a calificarlos de «violaciones de las resoluciones del Consejo de Seguridad» y urgió a Pyongyang a detener estas prácticas.
Norte y Sur siguen técnicamente en guerra desde la Guerra de Corea (1950-53), que terminó con un armisticio nunca reemplazado hasta hoy por un tratado de paz definitivo. EEUU mantiene a día de hoy 28.500 tropas en el Sur para defender a su socio asiático como herencia del conflicto.
Naciones Unidas siguen manteniendo sanciones contra Corea del Norte
Corea del Norte está sujeto de una serie de sanciones por parte de Naciones Unidas que le prohíben exportar e importar determinados bienes y productos, incluido armamento, para impedir que puedan ser utilizados para sus programas nuclear y de misiles balísticos.
La decisión adoptada por el comité de sanciones contra Corea del Norte implica que Ocean Maritime Management (OMM) estará sometida desde este momento a una congelación internacional de bienes y a una prohibición de viaje.
«OMM jugó un papel fundamental en acordar el envío de armas ocultas y material relacionado. El haber escondido dicho material demuestra una intención de evitar las sanciones de la ONU y es consistente con los intentos previos de Corea del Norte de transferir armas y material relacionado a través de tácticas similares, contraviniendo las prohibiciones del Consejo de Seguridad», ha argumentado.
«La investigación ha desvelado además que oficiales de la Embajada norcoreana en La Habana participaron en los acuerdos para el envío. El comité pide a los estados que sigan vigilando al personal diplomático norcoreano», ha agregado.
Asimismo, ha mostrado su preocupación por el hecho de que esta cooperación suponga una violación de las resoluciones de la ONU, que, según ha recordado «cubre muchas actividades, incluyendo la reparación, diagnóstico, monitorización, realización de pruebas y cualquier servicio relacionado en torno a esos materiales».
Un tribunal panameño ordenó el viernes la liberación de los tres oficiales norcoreanos del »Chong Chon Gang», mientras que 32 marineros y el propio barco fueron puestos en libertad en febrero.
Las autoridades panameñas descubrieron al registrar la embarcación que llevaba 240 toneladas de armamento obsoleto –dos misiles antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes por piezas, dos aviones MIG-21 Bis y 15 motores de este modelo– para ser reparado en Pyongyang y devuelto a La Habana, además de 10.000 toneladas de azúcar.
Tras el suceso, el Ministerio de Exteriores de Cuba afirmó que el barco transportaba «mayormente azúcar» y «armamento defensivo obsoleto para su reparación» en Corea del Norte.
Corea niega que esté dando armas a Hamasy Hezbolá
Artículos publicados por la prensa occidental en los que se afirma que Corea del Norte provee misiles a Hamas y material al Hezbolá son «pura ficción», declaró Pyongyang, que ve «un intento siniestro» de vincularla a los conflictos en Medio Oriente.
Este desmentido fue dado a conocer el lunes de noche por el ministerio de Relaciones Exteriores norcoreano, en un comunicado transmitido por la agencia oficial KCNA.
Citando fuentes occidentales, el diario británico Daily Telegraph afirmó el fin de semana pasado que Hamas había avanzado dinero para garantizar recibir misiles y equipos de comunicación norcoreanos.
Corea del Sur dice que Corea del Norte no tiene la bomba del arco iris
El Gobierno de Corea del Sur aseguró hoy que Corea del Norte no posee la llamada «bomba del arco iris», tras plantearse la posibilidad de que el régimen de Kim Jong-un ya esté desarrollando esta peligrosa arma nuclear de ataque masivo, capaz de destruir los dispositivos electrónicos de un país y paralizarlo.
«Corea del Norte aún no ha alcanzado el nivel tecnológico necesario para desarrollar estas bombas, ya que su elaboración requiere habilidades avanzadas«, indicó un portavoz del Ministerio de Exteriores de Seúl, en declaraciones publicadas por la agencia local Yonhap.
El portavoz matizó que «está por confirmar si Pyongyang ha adquirido tecnología» para futuros ataques de pulso electromagnético (EMP por sus siglas en inglés) aunque, dijo, «creemos que aún no ha tenido éxito» a la hora de fabricar estos explosivos capaces de paralizar un país entero.
Las declaraciones de la cancillería surcoreana llegan después de que el pasado martes el exdirector de la CIA estadounidense James Woolsey afirmara que Corea del Norte «alcanzará pronto a Rusia y China a la hora de asegurarse los ingredientes principales para un ataque de EMP».
La «bomba del arco iris», que hasta hoy nunca se ha empleado en combate, es un explosivo nuclear preparado para ser detonado a gran altitud y contra el que no existe defensa posible por el momento.
La detonación, que requiere un cohete capaz de volar a más de 300 kilómetros de altura y una bomba nuclear de tamaño medio, generaría sobre la superficie un gran campo electromagnético de hasta miles de kilómetros en el que quedarían total o parcialmente destruidos todos los dispositivos electrónicos.
Un ataque de este tipo tendría consecuencias devastadoras sobre cualquier país moderno, ya que cortaría la electricidad, el agua potable, las comunicaciones y la distribución de alimentos y productos básicos.
Los expertos creen que Corea del Norte ha dedicado numerosos esfuerzos durante años para fabricar esta peligrosa arma.
Aunque el régimen de Kim Jong-un nunca ha hecho alusión directa a las bombas de EMP, en los últimos años ha reivindicado el desarrollo de armas nucleares como principal pilar de su política de defensa, a pesar de las críticas de la comunidad internacional.
Corea del Norte es capaz de detonar dispositivos nucleares –ya ha realizado tres ensayos en 2006, 2009 y 2013– aunque los expertos dudan sobre si el Estado comunista ha alcanzado el nivel tecnológico necesario para instalar cabezas atómicas en sus misiles de corto y medio alcance.
Algunos días antes, un juez federal estadounidense había declarado que Corea del Norte había aprovisionado de armas sofisticadas al Hezbolá libanés, movimiento apoyado por Teherán y que prona la lucha armada contra Israel.
«Es un »sofisma» sin fundamento y pura ficción alimentados por Estados Unidos para aislar a Corea del Norte en la escena internacional (…) Detrás de esta propaganda se disimula el sinietro intento de Estados Unidos de justificar sus actos criminales de apoyo a Israel», se indigna el ministerio norcoreano, que añade que se busca crear un sentimiento antiPyongyang al tratar de vincularla al conflicto en Oriente Medio.
Corea del Norte ha vendido armamento a Siria e Irán en el pasado, lo que le fue prohibido mediante sanciones internacionales. Esta industria constituía una fuente clave para el ingreso de divisas extranjeras al país asiático.