A casi un mes de que las últimas tropas estadounidenses abandonaran Irak, la escalada de violencia en el país aumenta.
Los ataques a chiís en Bagdad y en el sur de Irak se cobraron la vida de unas 70 personas la semana pasada y esta semana los atentados continúan. Una serie de ataques ha dejado un saldo de al menos 26 muertos y más de 60 heridos en lo que va de semana.
Al menos siete personas murieron cuando un coche aparcado explotó el pasado lunes en el norte de la capital iraquí, Bagdad, según publica este miércoles la cadena árabe »Al Jazeera».
Otro coche bomba explotó dentro de un parking en una mezquita chií en un distrito en el sur de la ciudad, en un ataque que mató a cinco personas e hirió a una treintena.
En otro ataque en la capital, hombres armados irrumpieron en la casa de una manager del banco comercial iraquí en el centro de la capital. La manager y su esposo fueron disparados hasta la muerte.
En la localidad de Owairij, al sur de Bagdad, una bomba a un lado de la carretera mató a un peregrino chií e hirió a otros nueve que se dirigían a la ciudad de Karbala para participar en la celebración chií del ‘Arba»een’, que espera acoger a unos 18.000 millones de chiíes en una de las ciudades más sagradas para esta facción del Islam.
Así mismo, en la ciudad de Hilla, la explosión de un coche bomba hirió a otros 15 peregrinos.
En la multiétnica ciudad de Kirkuk, un hombre abrió fuego contra un grupo de fuerzas de seguridad dela región autónoma kurda. Dos policías murieron y otros dos resultaron heridos.
En Fallujah, una ciudad conocida por ser bastión de los combatientes antinorteamericanos, una bomba en la carretera mató un soldado iraquí e hirió a otras tres personas.
Otras ocho personas murieron el martes, entre ellas tres niños y un coronel del ejército iraquí en varias explosiones al norte de Bagdad, según fuentes médicas y de seguridad.
En el pueblo de Yathreb, tres niños de entre 9 y 11 años murieron cuando iban a la escuela, al estallar una bomba escondida a un lado de la carretera y en la ciudad de Ash-Sharqat dos empleados de los servicios públicos agrícolas murieron al explotar una bomba lapa fijada en su coche, cuando iban a su trabajo
En Saadiya, en el centro del país, un coronel murió y tres de sus guardaespaldas resultaron heridos al explotar una bomba al paso de su convoy.
Por la noche, dos soldados murieron por disparos de hombres armados en un retén de control en Mosul, según indicaron fuentes militares.
La cadena de atentados en las últimas semanas, sobre todo contra chiíes, no ha hecho más que incrementar las tensiones entre estos con los iraquíes de la facción suní.
Ambas facciones del islam se encuentran inmersas en una grave crisis política desde el pasado diciembre tras la orden de arresto emitida por el presidente chií, Nuri Al Maliki, contra el vicepresidente suní, Tarek al Hashemi, por su supuesta vinculación con el terrorismo.