¿Cómo se origina el conflicto?
El coltán es un material indispensable para la creación de partes de dispositivos móviles. Su extracción ha generado un gran conflicto interno en la república del Congo, causando muerte de la población, explotación infantil, desaparición de gorilas. La retirada se debe a un acuerdo entre los presidentes de los Grandes Lagos, zona de extracción de estos minerales. En los últimos 20 años, Ruanda ha invadido el Congo dos veces. El trasfondo de este genocidio es la crisis Ruanda de 1994 y la lucha por los recursos. En noviembre de 2012, el M23 lanzó una vasta ofensiva que le permitió ocupar durante diez días la capital de Kivu Norte, Goma, y que concluyó en diciembre con un acuerdo de paz y el inicio de negociaciones con el Gobierno en Kampala, que se estancaron poco después de comenzar. La última ofensiva importante del M23 se produjo el pasado mes de agosto en torno a Goma. Con el M23 definitivamente derrotado, y a la espera de los resultados del posible proceso negociador, la atención se centrará en los alrededor de 20 grupos armados que siguen operando en Kivu Norte, una región castigada desde hace al menos quince años por un gravísimo conflicto armado alimentado por la competencia internacional por hacerse con sus minerales estratégicos, como el oro, el cobre, el cobalto y el coltán, y por las tensiones étnicas internas y transfronterizas.
¿Qué está pasando ahora?
La nueva prioridad del Ejército y de las tropas de la ONU deberían ser los rebeldes de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), entre cuyas filas figuran numerosos combatientes hutus huidos de Ruanda tras el conflicto y el genocidio de 1994 y cuya presencia en el este de la RDC ha servido en numerosas ocasiones de excusa a Ruanda para intervenir en el país vecino. Aparte, en el este del país siguen operando otros grupos rebeldes menores, tanto en Ituri, un distrito del noreste rico en oro, como en Katanga, una provincia del sureste rica en cobre.
Víctimas
Una investigación de la IRC, encontró que casi 5,5 millones de personas han perdido la vida como resultado de la violencia registrada durante la última década.Muchas de estas muertes tienen como causas condiciones prevenibles como la malaria, la neumonía y la desnutrición. El conflicto y sus secuelas, en términos de víctimas mortales, supera cualquier otro desde la Segunda Guerra Mundial. Las pérdidas de vidas humanas en Congo es equivalente a la población de Dinamarca o el estado de Colorado, en Estados Unidos.