Dos casos de fiebre ébola fueron confirmados en Liberia, país vecino de Guinea, donde este virus mortal y muy contagioso está causando estragos, según anunció la Organización Mundial de la Salud (OMS). El pánico es tal en el continente africano que la enfermedad puede propagarse por aire. De hecho, Conakry, capital de Guinea, tiene un aeropuerto muy transitado con conexiones con otros países de la región y el resto del mundo.
En Liberia se analizaron siete muestras de casos sospechosos de fiebre hemorrágica viral, extraídas de enfermos adultos en el norte de Liberia, en la región de Lofa.
«Dos de esas muestras dieron positivo por el virus del ébola«, indicó la OMS en un comunicado publicado la noche del domingo en su sitio web.
Entre los casos sospechosos, dos personas han muerto: una mujer de 35 años, fallecida el 21 de marzo víctima del ébola, y un hombre que murió el 27 de marzo y cuya muestra dio sin embargo negativo, según la OMS.
La semana pasada se registraron seis casos sospechosos, cinco de ellos mortales, en Sierra Leona, otro país fronterizo con Guinea y también con Liberia.
Desde enero, Guinea lucha contra una epidemia de fiebre hemorrágica viral que según el último balance oficial ha causado 78 víctimas mortales de 122 casos registrados.
En Conakry, el temor a la contaminación ha llevado a muchos de sus habitantes a refugiarse en sus casas o a limitar sus desplazamientos.
Un concierto del conocido cantante senegalés Yussu Ndur, previsto para el sábado, fue anulado «por solidaridad con las víctimas y para evitar la exposición de los asistentes a una posible contaminación».
Precisamente, Senegal cerró el sábado sus fronteras terrestres con Guinea, al sur y sureste del país, por precaución. Hasta el momento, la OMS no recomienda que se impongan restricciones a los viajes ni al comercio con Guinea en relación con este evento.
El virus se transmite por contacto directo con la sangre y otros fluidos naturales, o con tejidos de individuos infectados, tanto humanos como animales, vivos o muertos.
El nombre de este virus proviene de un río del norte de la República Democrática del Congo (RDC), donde fue detectado por primera vez en 1976.
Éste ha matado a unas 1.200 personas sobre 1.850 casos confirmados durante las epidemias más graves en África Central, pero es la primera vez que una de esta magnitud se registra en África del Oeste.
«Es una situación trágica»
“La cosa cambia muy rápido y cada día hay datos nuevos por eso tenemos que hacer un gran seguimiento de las personas para paralizar el contagio. Ahora estamos en varios focos y lo primero es encontrar el caso número uno y ver como se ha ido moviendo la contaminación. Aun estamos en una fase muy prematura para poder dar más datos”, cuenta el coordinador de Médicos Sin Fronteras en la zona de Liberia y Sierra Leona, Luis Encinas.
Este experto señala que hay varias zonas afectadas, “esto es un problema porque tenemos que hacer varios seguimientos. La gente se ha ido moviendo a diferentes zonas para ser atendidas y esto ha extendido el foco”.