A rey muerto, rey puesto. Kim Jong Un ya ha designado a su hombre de confianza tras ejecutar a su tío. Se llama Choe Ryong-hae y apareció sentado junto al joven líder en la ceremonia del segundo aniversario de la muerte de su padre. Este hecho es la última pista sobre la jerarquía de poder en el país más hermético del mundo.
El joven Kim se hizo cargo del país comunista en 2011 después de la repentina muerte de Kim Jong-il, quien también heredó el poder de su padre Kim Il-sung, fundador de Corea del Norte. El Partido de los Trabajadores y el Ejército juegan un papel importante en el desarrollo de este régimen comunista hereditario. Precisamente Choe, cuyo padre ya sirvió al abuelo de Kim Jong, cuenta con una dilatada experiencia en la cúpula militar y política de Corea del Norte aunque su carrera experimentó un ascenso meteórico desde la muerte de Kim Jong-il.
Según algunas fuentes cercanas al gobierno norcoreano, Kim Jong-il, dijo a su hijo que confiase en Choe Ryong-hae. El joven dictador le ha hecho caso. Hasta el momento, el tío mentor de Kim parecía ser el hombre poderoso del régimen pero sus aires aperturistas habrían enfadado a su sobrino, quien ordenó su ejecución. Ahora, Choe ocupa a su lugar y se siente a la vera del joven dictador.
En un mitin masivo destinado a reafirmar la lealtad de los militares a Kim, Choe dijo que perseguirá y matará a los que no sigan el liderazgo de Kim. Ante decenas de miles de tropas de Corea del Norte se comprometió a «llegar a ser las balas y bombas humanas», (en un acto de verborrea dialéctica muy común en Corea), que protejan a su líder a toda costa.
En 1956, el padre de Choe ya mostró su lealtad a la familia Kim durante una reunión del partido en la que sacó una pistola y amenazó a la oposición. Sería la última vez que los opositores participasen en una reunión ya que después les echaron de las filas del partido comunista. Si como dice el refranero, de tal palo tal astilla, el nuevo número dos de Corea del Norte pondrá todas las fuerzas revolucionarias al servicio del líder supremo para asegurar su liderazgo.