Liu, que participó en las manifestaciones pro democracia de la Plaza de Tiananmen en 1989, fue el primer ciudadano chino que recibió el premio Nobel de la Paz, un galardón que le concedieron en 2010 por la defensa de las libertades en su país.
En 2008 fue condenado a once años de prisión por un delito de subversión y, desde entonces, había permanecido en régimen de incomunicación.