Los republicanos, quienes sostienen la mayoría en la Cámara de Representantes, no son partidarios de aprobar dicha medida, que debe gozar del beneplácito de esta cámara para que pueda ser promulgada.
No obstante, la aprobación de estas medidas depende también del avance del proyecto Keystone XL, un oleoducto que pretende conectar el estado de Texas con Canadá para el suministro de cerca de 700.000 barriles diarios a través de dichos conductos.
El acuerdo alcanzado este sábado en el Senado tuvo un cariz de pacto »quid pro quo», en el que los demócratas lograban obtener »luz verde» a la extensión de los beneficios fiscales y las ayudas a los parados, una de las medidas estrella del presidente estadounidense, Barack Obama, a cambio de que cedieran en favor de los republicanos en cuanto al proyecto Keystone XL.
Así pues, el Partido Republicano logró incluir una cláusula en el que insta a Obama a manifestarse al respecto en un plazo de 60 días.
Sectores ecologistas han reclamado a Obama que rechace dicho proyecto, mientras que varias voces de la Administración norteamericana han dejado entrever que el presidente desestime aprobar el oleoducto, escudándose en la violación de leyes »verdes».