Este domingo se eleva el balance oficial de muertos de la tragedia del ferry surcoreano que naufragó a 58 muertos, según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap. 244 personas siguen desaparecidas, la mayoría adolescentes, y 176 pudieron ser rescatadas. Desde el pasado miércoles no se han encontrado supervivientes.
Las autoridades ya han indicado que el comedor, junto con los pasillos y las zonas comerciales, son las áreas del barco en las que los equipos de rescate esperan encontrar a la mayoría de los pasajeros.
En una última y aterradora llamada telefónica a su hermana mayor, Kim Dong-Hyup, un alumno de 16 años, le prometió salir con vida del ferry.
Han pasado cuatro días y la familia de Kim no se resigna a dar por perdido al muchacho. «Siempre fue una chico voluntarioso. Estoy convencido de que se salvará de una manera o de otra», ha declarado su padre, Kim Chang-Gu, mientras los buceadores subían cuerpos a la superficie
Poco antes de la medianoche local, los submarinistas rompieron la ventana de una cabina de pasajeros y sacaron los tres primeros cuerpos. Los tres llevaban puestos chalecos salvavidas, dijo el responsable, y precisó que dos eran masculinos y el sexo del tercero todavía no ha podido ser confirmado.
Otros 13 cuerpos fueron recuperados en las horas siguientes. Los equipos de socorro han trabajado durante toda la noche en la zona del ferry, que naufragó el miércoles a la altura de la costa meridional coreana.
Las familias de las víctimas, albergadas en el gimnasio de Jindo, la isla vecina del lugar de la catástrofe, han podido seguir la búsqueda de cadáveres mediante las imágenes retransmitidas de una inmersión que permitió localizar tres cuerpos.
La presidenta surcoreana tacha de asesinato la conducta del capitán
La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, criticó hoy la decisión del capitán del naufragado buque Sewol de abandonar la nave dejando atrás a los pasajeros, y calificó como un «acto de asesinato» su actuación en los momentos clave.
«La conducta del capitán y algunos miembros de la tripulación es incomprensible desde el sentido común» y «una especie de acto de asesinato que no puede ni debe ser tolerado», afirmó Park durante una reunión con altos oficiales del Gobierno cuyo contenido fue divulgado por la agencia local Yonhap.
La jefa del Estado también prometió hallar todas las irregularidades que rodean al Sewol y obligar a los responsables a asumir responsabilidades «penales y civiles».
Al margen de cargar contra el capitán, al que se atribuyen diversas decisiones erróneas que pudieron elevar el número de víctimas, Park también reconoció que hubo serios problemas con la respuesta inicial del Gobierno a esta tragedia humana que suma ya más de 300 muertos o desaparecidos.
Los familiares de las víctimas han criticado duramente a la presidenta y su Gobierno, al que acusan de no esforzarse lo suficiente en el rescate, tomar decisiones erróneas que han impedido salvar vidas y proporcionar información incorrecta.
Sin explicaciones de la tragedia
En el momento del accidente, el comandante confirmó que no estaba al mando del barco. Al timón se encontraba un miembro de la tripulación, apodado »Jo», de 55 años, a las órdenes de la tercera oficial, una mujer joven que nunca había navegado por ese sector difícil.
El capitán, Lee Joon-seok, y dos miembros de la tripulación fueron detenidos el sábado de madrugada y deberán responder de las acusaciones de negligencia y fallos en la seguridad de los pasajeros, en violación del código marítimo.
Este hombre de 69 años ha sido muy criticado por haber abandonado el barco mientras cientos de personas, en su mayoría adolescentes en viaje escolar, permanecían atrapadas a bordo.
Las 476 personas que se encontraban en el barco recibieron la orden de no moverse de su asiento durante más de 40 minutos, según los testimonios de los supervivientes.
Cuando el transbordador comenzó a hundirse de lado era demasiado tarde, pues los pasajeros no lograban trepar a lo largo de los corredores inclinados mientras entraba el agua.
«En ese momento (durante los 40 minutos posteriores al choque), los barcos de socorro no habían llegado. Tampoco había pesqueros ni ningún otro barco que pudiera ayudarnos», declaró el capitán con la cabeza gacha.
«Las corrientes eran violentas y el agua estaba muy fría en esa zona», añadió. «Pensé que los pasajeros serían arrastrados y tendrían dificultades si la evacuación se hacía en desorden».
A primera hora de la mañana, cerca de 200 personas, allegados de los muertos y desaparecidos, han reanudado una marcha de protesta desde Jindo hasta la presidencia en Seúl, a 420 km.
Los expertos consideran que se hubieran podido salvar muchos más pasajeros si hubieran acudido a los puntos de concentración para evacuar enseguida el barco antes de que fuera invadido por las aguas.
El barco transportaba 476 personas, entre ellas un grupo de 352 estudiantes del colegio Danwon de Ansan, una localidad al sur de Seúl, en viaje escolar. El subdirector del establecimiento, que había sobrevivido a la catástrofe, fue encontrado ahorcado el viernes, en lo que parecía un suicidio.
«Sobrevivir es demasiado difícil… Asumo toda la responsabilidad», dejó escrito en una carta que fue hallada en su billetera, según los medios de comunicación locales.
Cientos de familiares de pasajeros han acusado a las autoridades y a los servicios de socorro de incompetencia e indiferencia.
Hasta el momento, no se ha determinado la causa del accidente. Según las informaciones del ministerio de la Marina, el transbordador giró bruscamente antes de enviar una señal pidiendo socorro. El choque podría haber desequilibrado la carga -150 automóviles- e inclinado la embarcación.