En un comunicado publicado en su página en Facebook, la oficina del gobernador, Ousmane Traoré, ha recalcado que existen «actos hostiles contra las tropas» y ha advertido de que estas actitudes «no serán toleradas».
Así, ha explicado que «toda aquella persona que impida la libertad de acción de las tropas será tratado de acuerdo con las reglas de acción de esta operación», que tiene el nombre de »Otapuanu», según ha recogido el portal local de noticias Burkina24.
Durante la jornada, el ministro de Defensa del país, Moumina Chériff Sy, ha aplaudido el «valor» y la «audacia» de los militares que participan en esta misión y ha agregado que el objetivo de la misma es «restablecer la autoridad del Estado».
«A día de hoy, las fuerzas del mal y sus representantes están en desorden. Esto significa que el trabajo que se está llevando a cabo está dando sus frutos. No podemos decir más por ahora», ha puntualizado, tal y como ha informado la agencia estatal burkinesa de noticias, AIB.
Las autoridades de la Región Este de Burkina Faso anunciaron el 6 de marzo la aplicación de un toque de queda entre las 19.00 y las 6.00 horas (hora local), ante el incremento de los ataques y la inseguridad.
Burkina Faso ha registrado en los últimos meses una creciente actividad de grupos yihadistas. En el país operan Ansarul Islam, un grupo terrorista autóctono, así como el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), una organización yihadista que aglutina a otras cuatro, entre ellas AQMI y Al Murabitún, y en menor medida Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).
Según el »think-tank» Africa Center for Strategic Studies (ACSS), el número de ataques obra de estos grupos pasó de tan solo tres en 2015, a doce en 2016, 29 en 2017 y 137 en 2018.
Además, también se ha intensificado la violencia intercomunitaria, que enfrenta principalmente a pastores con agricultores y que ha provocado el desplazamiento de miles de personas. A principios de este año una serie de ataques y represalias dejó cerca de medio centenar de muertos y provocó miles de desplazados.
A principios de febrero de 2017, el G-5 del Sahel –integrado por Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger– acordó formar una fuerza antiterrorista conjunta para hacer frente a la amenaza yihadista en la región.
Apenas unas semanas antes, la Autoridad de Liptako-Gourma, creada en 1970 por Níger, Burkina Faso y Malí, anunció su decisión de establecer una fuerza conjunta para hacer frente a la inseguridad en la zona fronteriza común.