Los yihadistas de Boko Haram están sembrando el terror en el norte de Nigeria, donde la mayoría de los habitantes son de credo cristiano.
Hace más de una semana anunciaron que iban a liberar a las 219 niñas secuestradas en la Escuela Secundaria de Chibok, en la zona norte del país, no obstante pese a las declaraciones de alto el fuego por parte del Ejército, de momento, no se ha producido ninguna liberación. Este viernes se conoció la noticia de que su líder anunció que no están mantendiendo negociaciones con el gobierno nigeriano y que no tienen la intención de ponerlas en libertad.
Además tienen a un rehén alemán secuestrado desde julio.
Los radicales islámicos de Boko Haram también secuestraron a 60 mujeres y niñas en dos localidades del Estado de Adamawa, en el norte de Nigeria, después de que el Ejército anunciara un alto el fuego, y días más tarde se conoció la noticia del secuestro de 30 adolescentes, chicos y chicas de los que, a día de hoy, se desconoce su paradero.
Todavía se desconoce el paradero de las 219 niñas que fueron secuestradas en la Escuela Secundaria de Chibok, en el norte de Nigeria, lo cierto es que las esperanzas están divididas.
Teinteresa entrevista a Rotimi Olawale, miembro de la organización Bring Back Our Girls y que reponde a las preguntas desde Abuja, en Nigeria. Hace una semana se mostraban optimistas ante la liberación de las niñas pero ante todo también eran cautelosos. «Nos mantenemos cautelosamente optimistas de que se produzca la liberación de las niñas de Chibok, a pesar de las últimas muestras de violencia y los últimos secuestros. Creemos que las negociaciones del gobierno van a continuar, que van a suponer la liberación de las niñas», afirmaba, hoy, estas esperanzas se disipan.
Desde la organización asegura que prosiguen luchando: «No hemos roto nuestras promesas, estamos llevando a cabo concentraciones en Ibadan, Lagos y los Osun States».
«Creemos que las niñas están vivas, hemos visto vídeos que lo demuestran pero no sabemos si ellas se encuentran bien», afirmaba este nigeriano.
Utilizan a las mujeres como escudos humanos y las someten a vejaciones
El grupo islamista nigeriano Boko Haram está utilizando a las chicas y mujeres secuestradas como escudos humanos en el frente de batalla, según denuncia Human Rights Watch (HRW) en un informe.
La organización de defensa de los derechos humanos ha recopilado testimonios de decenas de exrehenes, que sacan a la luz sus secuelas físicas y psicológicas. En el informe, una joven de 19 años secuestrada durante tres meses por Boko Haram dijo que fue obligada a participar en los ataques de los islamistas.
«Me pidieron que llevara las municiones y me tumbara en la hierba, mientras ellos luchaban. Venían a aprovisionarse durante el día, durante los combates», contó la chica a HRW. La ex rehén cuenta también que recibió la orden de degollar a uno de los miembros de una milicia privada, capturado por Boko Haram, con ayuda de un cuchillo.
Los testimonios que muestra el informe hablan de violaciones, matrimonios forzosos y demás violaciones de los derechos humanos. De hecho uno de los testimonios más horribles es de una de las víctimas del estado de Borno, una de las zonas que más ha sufrido la ira de Boko Haram.
Habla una niña de quince años, sus palabras, estremecedoras. Ella le suplicó a uno de los comandantes irsugentes que era demasiado joven para casarse, hablamos de matrimonios forzosos, en este caso. Este le contestó señalando a su hermana pequeña de cinco años: «Si ella se hubiera casado el año pasado y estuviera esperando a la consumación de su matrimonio hasta la pubertad, ¿por qué tú eres demasiado joven para casarte?
Secuestran a mujeres casadas y con hijos pequeños
Los ciudadanos del norte de Nigeria están atemorizados, los avisos de secuestros son el pan nuestro de cada día. Este informe recoge el testimonio de una joven de 18 años que cuenta el terrible caso de su familia.
«Mi madre me dijo que corriera desde nuestro poblado hasta otro en el que sabíamos que no estaban. En febrero la mujer de mi hermano de 16 años fue secuestrada junto a sus dos hijos pequeños. Hasta el momento no sabemos nada de ellos. Los insurgentes volvieron al pueblo para matar a mi otro hermano y llevarse a su mujer, también adolescente, pero dejaron a su bebé. Ella se escapó de uno de los campos de los radicales y entonces recibió la noticia de que su marido había sido asesinado. Llevo durmiendo en una Iglesia desde que llegué a este pueblo hace unos días, mi madre me dijo que huyera porque iba a ser la próxima», relata esta joven nigeriana a HRW.