El 16 de Diciembre de 1944, bajo las órdenes de los Mariscales de campo Model y Von Rundstedt, las tropas alemanas rompieron la linea del frente en un sector de más de 100 kilómetros, entre Luxemburgo y Bélgica. Había empezado la Operación “Wacht am Rhein” (Alerta en el Rhin), o como la llamaron los aliados, “Batalla de las Ardenas”.
La intención de Hitler era llegar a Amberes para así cortar y embolsar a cuatro de los ejércitos aliados más avanzados, intentar negociar un tratado de paz en una posición más ventajosa para los países del Eje y dedicar entonces todos sus recursos al frente oriental.
La operación fue planificada en secreto y consiguió sorprender a los aliados, aprovechando su exceso de confianza.
La mala meteorología de la fase inicial ayudó al éxito alemán, pero las condiciones del terreno, los refuerzos aliados y el apoyo aéreo americano hicieron que al final la balanza del éxito se inclinara en contra de los intereses germanos.
Para los estadounidenses, la batalla de las Ardenas fue la mayor y más sangrienta de aquellas en las que combatieron en la Segunda Guerra Mundial.
Hitler consiguió reunir medio millón de hombres y equipó cuatro ejércitos con algunos de los carros más modernos del momento, Panther, Tiger I y Tiger II.
El Sexto Ejército Panzer, al mando del General SS Sepp Dietrich, atacaría por el norte del saliente con el objetivo de tomar Amberes; el Quinto Ejército Panzer al mando del General Von Manteuffel, atacaría en la zona central con intención de llegar hasta Bruselas; el Séptimo Ejército, al mando del General Brandenberger se encargaría de la zona sur de la ofensiva; el Decimoquinto Ejército, al mando del General Von Zangen, quedaría en misiones de contención en el extremo norte del campo de batalla.
Además de estos objetivos principales, los alemanes diseñaron dos operaciones especiales, “Greif “ y “Stösser”, al mando de Skorzeny y Von Heydte, con la finalidad de confundir a los aliados y aprovechar la confusión inicial para ocupar objetivos claves para el avance.
Como los americanos consideraban las Ardenas como un sector tranquilo del frente, asignaron a esa zona unidades sin experiencia, como las divisiones 99 y 106, y también otras veteranas a fin de que descansaran de los recientes combates, como la 28.
El 16 de Diciembre comenzó la ofensiva.
En la zona centro, el Quinto Ejército Panzer de Von Manteuffel atacó en dirección a Bastogne y Saint-Vith, cruces de crucial importancia estratégica en toda la ofensiva.
Aprovechando su superioridad numérica y técnica, rodearon y capturaron con relativa rapidez a más de 8000 soldados estadounidenses; pero la escasez de combustible y la mejoría del tiempo, que permitió despegar a la aviación aliada, frenaron a los alemanes a menos de 100 kilómetros de Amberes.
La División Panzer Lehr pasó de largo en Bastogne, dedicándose a profundizar en las líneas americanas al máximo, pero no pudo evitar que, gracias a la feroz defensa de sus posiciones por parte de la 28 división de infantería americana, unidades de la 101 aerotransportada, junto con elementos de las 9ª y 10ª Blindadas llegaran a tiempo de reforzar la defensa de Bastogne el día 19.
La heroica defensa de Bastogne a cargo, sobre todo, de la 101 aerotransportada, retrasó el avance y el desplazamiento cómodo de las tropas blindadas alemanas en ese sector de la batalla, que no pudieron asegurar los vitales cruces de carreteras ubicados en la población.
El día 20, el Teniente General alemán Heinrich Von Luttwitz ordenó a sus soldados tomar Bastogne a toda costa, necesitaba un corredor disponible para mover sus blindados.
El 21, Eisenhower, Patton y Montgommery planificaron el contraataque