El rescate este lunes de 17 cadáveres -entre ellos cuatro mujeres-, por la mañana y otros 21 cuerpos por la tarde del interior del barco que naufragó el jueves pasado 3 de octubre frente a la costa de la isla italiana de Lampedusa ha elevado a 232 el balance oficial de muertos, según informaron el comandante Filippo Marini, responsable de la Guardia Costera y el capitán de la Armada Paolo Trucco. Se calcula que el buque llevaba 518 personas a bordo, de las que sólo 155 han sido rescatadas con vida.
El capitán de los guardacostas Filippo Marini estima que llevará dos días más completar la misión de búsqueda y recuperación de cuerpos. Los supervivientes, en su mayoría, si no todos, de Eritrea , han asegurado que había al menos 500 personas a bordo del barco de 18 metros de eslora cuando se hundió, lo que podría significar que decenas más permanecen atrapados en el casco.
Por primera vez , los buzos de profundidad pudieron entrar en el casco del barco y pudieron liberar 38 cuerpos de entre el amasijo de cuerpos y escombros que se encontraron. «Tuvieron que desempaquetar un muro de gente», dijo el capitán Trucco, quien señaló que la cifra de muertos asciende ahora a 232. «Los cuerpos estaban muy entrelazados, unos con otros, es indescriptible. Estaban tan atrapados que eran muy difíciles de sacar». Mejor equipados que en inmersiones anteriores, los buzos pudieron pasar 30 minutos seguidos dentro del buque lo que les permitió eliminar los residuos que aún flotaban en el interior para llegar al casco.
«Colchones, cubiertas, escaleras… Cualquier cosa que flotara. Imagínese si usted pone una casa en una centrifugadora y se ve lo que termina en el aire. Eso es lo que sucedió«, aseguró Trucco.
Los equipos de buceadores habían retomado a primera hora de la mañana de este lunes las tareas de búsqueda de los desaparecidos y lograron encontrar horas después los cuerpos de dos mujeres en el interior del casco del buque hundido. Poco después de ese primer hallazgo, han emergido otros quince cuerpos.
«Hemos iniciado temprano la búsqueda de los cuerpos y queremos aprovechar el buen tiempo para terminar este lunes», explicó Marini.
Los equipos de buceadores buscaban en la parte trasera de la embarcación antes de pasar a la estiba, donde se encontraban los indocumentados que habían pagado menos para entrar en Europa.
En la jornada del domingo, los buceadores de los Carabinieri, la Guardia de Finanzas, la Guardia Costera y de los Bomberos lograron recuperar 83 cadáveres, incluidos varios de niños.
La búsqueda de los cuerpos de los cientos aún desaparecidos en el naufragio proseguía este lunes, mientras los habitantes de la isla siciliana reclaman la ayuda de Europa frente a la constante afluencia de refugiados e indocumentados.
Reunión extraordinaria de la UE
Ante la ola de indocumentados que han llegado en los últimos meses a Italia -cerca de 30.000 desde el inicio del año, cuatro veces más que en el 2012-, las autoridades italianas han convocado una reunión excepcional a nivel ministerial de los países de la Unión Europea (UE).
Mientras, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, visitará este miércoles la isla siciliana para «rendir homenaje» a las víctimas y manifestar personalmente su solidaridad con los habitantes de Lampedusa, quienes con escasos medios intentan acoger a los indocumentados.
La frialdad de la Unión Europea, acusada por algunos sectores de inacción ante la posibilidad de modificar su política migratoria, tiene que ver con la complejidad de ese expediente políticamente explosivo, principalmente cuando se aproximan las elecciones europeas, a inicios del 2014.
Modificar la Ley Bossi-Fini
En Italia, el gobierno de coalición de izquierda-derecha espera modificar la ley Bossi-Fini, aprobada durante el gobierno de Silvio Berlusconi, que considera la inmigración ilegal como un delito.
Según la ley italiana, los supervivientes de Lampedusa son delincuentes y deben ser juzgados con el mismo rigor que el tunecino de 35 años que ejercía como piloto de la barcaza en la que hicieron la dramática travesía desde el puerto de Misrata, en Libia.
El centro de acogida, colapsado
Ali, uno de los rescatados, quien se encuentra en un centro de acogida de Lampedusa, confesó a la agencia AFP el dolor que siente. «Mi familia y muchos amigos estaban en el barco. Es una experiencia tan dolorosa que no logro hablar», contó el joven eritreo, quien quería huir de la dictadura.
El centro de acogida está lleno y las autoridades locales han agotado los medios frente a la emergencia. Más de 1.000 emigrantes se encuentran hacinados en el centro (con capacidad para 250 personas) y algunos deben dormir al aire libre.
«Francamente ya no aguantamos más, con toda esa gente que ha desembarcado en la isla. En vez de ser una meta turística por sus hermosas playas, nos hemos convertido en un cementerio«, comentó Filippo Bruno, un pescador de 57 años.
Sicilia sigue siendo meta de la ola de inmigrantes ilegales con la llegada de 363 sirios y egipcios este fin de semana, de los cuales 200 fueron salvados por una nave oceanográfica francesa y un buque holandés.