La guerra de Siria ya se ha cobrado cientos de miles de vidas, y los heridos y desplazados se cuentan por millones. La ONU dejó de contabilizar víctimas en 2014. La población civil sufre a diario continuos asedios y es objeto de numerosos e indiscriminados ataques, tanto por parte del ISIS, como por fuerzas gubernamentales y aliadas.
Desde comienzos de 2011 hasta la fecha, las atrocidades se han sucedido y la barbarie de la guerra ha devastado no solo un país sino a toda su población. Amnistía Internacional recoge algunas de las mayores violaciones de derechos humanos que han sucedido en este tiempo de conflicto.
Las fuerzas gubernamentales masacran a la población civil
Las fuerzas gubernamentales han efectuado reiterados ataques contra zonas controladas o disputadas por grupos armados de oposición, matando e hiriendo a miles de civiles. Aviones del gobierno y de las fuerzas aliadas rusas bombardean deliberadamente hospitales, centros médicos, y convoyes de ayuda, mutilando y matando a su propia población, incluido el personal médico.
La oficina de derechos humanos de la ONU afirmó el pasado diciembre que tenía pruebas fidedignas de que las fuerzas gubernamentales y aliadas habían matado a tiros a 82 civiles en Alepo. Lo que, en realidad, representa la punta del iceberg.
Además, el régimen sirio llevó a cabo de manera extrajudicial el ahorcamiento de entre 5.000 y 13.000 personas durante cinco años en una prisión gubernamental cerca de Damasco, la capital del país. Según los datos provistos por la Amnistía Internacional, al menos 17.723 personas han perdido la vida (ejcutadas o por enfermedades derivadas por la falta de alimentación y asistencia médica) bajo custodia del Gobierno sirio entre marzo de 2011 y diciembre de 2015.
Según los testimonios de los supervivientes que se recogen en el informe, los abusos se llevan a cabo desde el mismo momento de la arresto y, a su llegada al centro de detención, tienen que pasar por la «fiesta de bienvenida», un rito en el que les propinan «brutales palizas, a menudo con barras de silicona o metal, o con cables eléctricos».
Asedian, bombardean y niegan el acceso humanitario
Las fuerzas gubernamentales mantienen asedios prolongados en zonas predominantemente civiles controladas o disputadas, como es el caso de Alepo oriental. Allí, desde julio, las fuerzas gubernamentales cercaron alrededor de 275.000 personas, sometiéndolas a ataques aéreos intensificados, en especial con bombardeos de las fuerzas rusas.
El 19 de septiembre, aviones presuntamente gubernamentales y rusos bombardearon un convoy de ayuda humanitaria de la ONU y de la Media Luna Roja Árabe Siria destinado a Alepo, matando al menos a 18 civiles, entre quienes había personal de ayuda humanitaria, y destruyendo los camiones de ayuda.
Bombardearon reiteradamente hospitales y otras instalaciones médicas, prohibieron o restringieron la inclusión de suministros médicos en los envíos de ayuda humanitaria a las zonas sitiadas o de difícil acceso y detuvieron a trabajadores y voluntarios médicos para interrumpir los servicios de salud de estas zonas o privarlas de ellos.
En junio, la ONG Physicians for Human Rights acusó a las fuerzas gubernamentales y sus aliados de ser responsables de más del 90% de los 400 ataques contra instalaciones médicas y 768 muertes de profesionales de la salud perpetrados desde marzo de 2011.
«Las calles estaban llenas de sangre. Al igual que con la lluvia, pero en lugar de agua, sangre», recuerda el niño Mohammed su vida en Palmira.
Ataques químicos contra su propio pueblo
Decenas de personas han muerto este martes en Siria tras un bombardeo aéreo con supuestas armas químicas, aunque este repulsivo ataque aún esconde numerosas incógnitas. Sin embargo, ya a finales de 2016, las fuerzas del gobierno sirio lanzaron ataques químicos coordinados en partes de Alepo controladas por la oposición. Los llamados ‘barriles bomba’ dejaron decenas de casos de asfixia.
Basándose en entrevistas telefónicas y en persona a testigos y el análisis de imágenes de video, fotografías y publicaciones en medios sociales, Human Rights Watch documentó que helicópteros del gobierno lanzaron cloro sobre áreas residenciales en al menos ocho ocasiones, entre el 17 de noviembre y el 13 de diciembre de 2016.
El ISIS utiliza misiles contra la población civil y ejecuciones públicas
Según el grupo de observación independiente Red Siria de Derechos Humanos, el 3 de noviembre grupos armados de oposición lanzaron municiones de poca precisión, como proyectiles de mortero y misiles, contra la zona occidental de Alepo, en poder del gobierno, matando al menos a 14 civiles.
Además, las fuerzas del Estado Islámico cometieron crímenes de guerra matando en ejecuciones sumarias a civiles, así como a miembros de grupos armados rivales y de las fuerzas gubernamentales que tenían en cautividad. En las zonas bajo su control, el grupo armado llevó a cabo con frecuencia homicidios a modo de ejecución pública de personas acusadas de espionaje, contrabando, adulterio y blasfemia.
Asimismo, tanto el ISIS como otros grupos armados no estatales, secuestran habitualmente a civiles y los utilizan como rehenes. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) que se apoya en una vasta red de fuentes sobre el terreno, confirma que son miles los secuestrados.
Ataques aéreos liderados por Estados Unidos
El pasado 21 de marzo la Coalición Internacional, alianza militar liderada por EEUU contra el Estado Islámico, voló un complejo de tres plantas donde se refugiaban unas 50 familias desplazadas de Raqqa, »capital» del Estado Islámico en Siria.
En los últimos tres meses, el número de muertes civiles por ataques de la Coalición Internacional en Siria e Irak se ha disparado, superando a los de los ataques rusos. El ejército estadounidense (responsable de hasta el 95% de bombardeos de la Coalición en Siria) ha reconocido en numerosas ocasiones víctimas civiles.
El periodista de investigación Chris Woods de Airwars expuso que “en los primeros dos meses de este año, hemos contado un mínimo de 303 muertes civiles provocadas por las acciones de Rusia en Siria. La Coalición lleva un mínimo de 1180”. En la página web, el recuento total suma 2715 civiles que han perdido la vida desde el inicio de la operación internacional contra ISIS en septiembre de 2014.
Más de 10 millones de sirios han abandonado sus casas
Según la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), millones de personas continúan siendo objeto de desplazamiento forzado debido a los conflictos. Alrededor de 4,8 millones de personas huyeron de Siria entre 2011 y el final de 2016. Asimismo, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, en el mismo periodo se vieron desplazadas internamente unos 6,6 millones de personas más, la mitad de ellas niños y niñas.
«Nos persiguen los fantasmas, que nos miran a los ojos en cuanto los cerramos. Cada día y cada noche están ahí, para recordarte que no has podido hacer nada por ellos», lamenta Firas, de 23 años, antes showman en Alepo, ahora refugiado en Europa.
Debido a que ninguna de las partes involucradas en el conflicto es capaz de infligir una derrota decisiva, la comunidad internacional concluyó hace tiempo que la única forma de poner fin a la guerra es con una solución política, que tampoco parece llegar.