«El terrorismo comienza a ser parte de nuestras vidas. Mientras el mundo observa, los cristianos están siendo asesinados, las iglesias están siendo bombardeadas. Estamos sufriendo un auténtico genocidio”, asegura el presidente de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN, en sus siglas en inglés) Ayo Oritseyafor.
El conflicto entre musulmanes y cristianos en Nigeria se remonta a 30 años atrás, cuando los musulmanes comenzaron a imponer el islam en la sociedad, aunque se ha recrudecido en los últimos años con el aumento de atentados terroristas de la secta Boko Haram. En solo los últimos dos años 2.500 cristianos han sido asesinados, denuncia Oritseyafor.
Es una «gran crisis religiosa», pero “nada de esto está siendo causado por los cristianos, siempre son los musulmanes los que provocan. Los cristianos no tenemos armas, no atacamos”, explica Oritseyafor. “Lo mismo que está pasando en Europa y en América está pasando en Nigeria”.
En el norte, los cristianos tienen que esconder su culto, especialmente en los estados de Yobe, Kano o Borno. La peor parte se la lleva la ciudad de Maiduguri, la capital de este último estado, donde el director de la asociación afirma que, aunque la sharia (ley islámica) no está impuesta por ley, la gente tiene que fingir que la cumple para no ser asesinado. «Las iglesias han tenido que cerrar».
La mayoría de colegios son musulmanes y los que no lo son, los seculares, «están siendo blanco de los ataques». Los colegios suelen ser atacados durante la noche cuando están vacíos para evitar que los niños puedan acceder durante el día, asegura el director de la CAN.
Hace apenas tres semanas la Universidad de Kano sufrió también un ataque. Al menos 20 jóvenes murieron en un atentado contra dos iglesias que había dentro de la universidad.
El conflicto repercute de manera directa en la convivencia de los nigerianos, lamenta Oritseyafor. Los terroristas radicales islámico matan incluso a fieles de su propia religión cuando estos simpatizan con los cristianos, lo que aumenta aún más la segregación.
El conflicto nigeriano no es una disputa religiosa, sino una lucha por los recursos
Boko Haram ha conseguido atraer a un amplio sector de la zona norte porque la población en esta empobrecida zona del país no tiene ninguna esperanza de vida y ve a la secta islamista como la única solución para salir de su agujero, ha explicado el exdirector de la Fundación Sur, José Julio Martín Sacristán, quien considera que el conflicto nigeriano no es una disputa religiosa, sino una lucha por los recursos y las tierras del país. «Los líderes religiosos utilizan la religión con sus propios fines».
«Entre los ricos esto no pasa». Un 5% de la población de Nigeria es multimillonaria, de ambas religiones, y entre ellos no existe este tipo de choques, asegura Martín Sacristán.